Antero de Quental

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Antero de Quental, ca. 1887

Antero de Quental (Ponta Delgada, isla San Miguel, Azores; 18 de abril de 1842-ibidem; 11 de septiembre de 18911) fue un poeta y escritor portugués.

Citas[editar]

  • «Al mismo tiempo que me di cuenta de que la voz de la conciencia moral no puede ser la única voz que no quiere decir que estoy en medio de las numerosas voces del Universo, refundando mi educación filosófica, encontré, tanto en doctrinas como en historia, confirmación de este punto de vista. Volví a leer a los filósofos Hartmann, Lange, Du Bois-Reymond y, volviendo a los orígenes del pensamiento alemán, Leibniz y Kant. Leí aún más a los moralistas y místicos antiguos y modernos, entre ellos la Teología germánica y los libros budistas».[1]
    • Fuente: Carta autobiográfica a Wilhelm Storck, 14 de mayo de 1887
  • «El hecho importante de mi vida, durante esos años [de estudiante en la Universidad de Coimbra, entre 1856 y 1864], y probablemente el más decisivo de ella, fue el tipo de revolución intelectual y moral que se produjo en mí cuando me fui, un pobre niño arrancado de la vida patriarcal de una provincia remota e inmerso en su plácido sueño histórico, para encontrarse en medio de la irrespetuosa agitación intelectual de un centro, donde las corrientes del espíritu moderno más o menos hacían eco. Barrida en un instante toda mi educación católica y tradicional, en un momento de duda e incertidumbre, tanto más conmovedor cuanto que, naturalmente religioso en espíritu, había nacido para creer, plácidamente y sin esfuerzo, obedecer una regla reconocida. Me encontré sin rumbo, estaba en un espíritu terrible, compartido más o menos por casi toda mi generación, la primera en Portugal que de manera decidida y consciente abandonó el viejo camino de la tradición».[2]
    • Fuente: Carta autobiográfica a Wilhelm Storck, 14 de mayo de 1887
  • «Puede ser que recto sea el camino de la verdad verdadera; pero la verdad humana, que, como las vueltas de un dulce arroyo, ahora costeando cerros, ahora a lo largo de los valles, inciertos en ancho y velocidad, esta sigue todas las caprichosas pero necesarias curvas del sentimiento».[3]
    • Fuente: Prosas, II, Imprensa da Universidade de Coimbra, 1923, p. 2
  • «Traducir del francés un poema alemán es una cosa| arriesgada. Puede quedar un excelente modelo de lenguaje portugués, y eso lo consiguió el Sr. Castilho plenamente: pero lo que es mucho más difícil es que quede una verdadera traducción, no sólo de los pensamientos, sino sobre todo del estilo, del tono, de los matices, de la fisonomía, en una palabra, que el poeta dio a su obra. Acordémonos de que el mismo pensamiento, expuesto en tres o cuatro estilos diferentes, equivale a casi tres o cuatro pensamientos diferentes. Una página de Homero, traducida en estilo de anuncio, es necia; en estilo de artículo de fondo, es ridicula; en estilo de discurso académico, es odiosa; únicamente en el estilo de la poesía popular estará realmente traducida, porque Homero era un poeta primitivo y popular. Luego, traducir un poema es, sobre todo, traducir el estilo, esto es, hacer que los conceptos del poeta hablen con el tono que éste les dio en la lengua de su patria».[4]
    • Fuente: «El Fausto del Sr. Vizconde de Castilho». O Primeiro de Janeiro, 4 de julio de 1872 (traducción de María Victoria Villanueva y Carlos Castelho Paz)

Citas sobre Quental[editar]

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  • «Hablando con propiedad, no hubo una literatura portuguesa antes de Antero de Quental; antes de él, o hubo preparativos para una literatura futura, o la literatura extranjera escrita en portugués».
    • Original: «Properly speaking there has been no Portuguese literature before Antero de Quental; before that there has been either a preparation for a future literature, or foreign literature written in the Portuguese language».[5]
    • Fernando Pessoa
    • Fuente: Carta a William Bentley, 1915. EN: Correspondência 1905-1922, ed. Manuela Parreira da Silva, Lisboa, Assírio & Alvim, 1999, ISBN 972-37-0505-2, p. 197.
  • «Una gota de miel derramada en un mar de plomo. Es Santa Maria. Cuando la vislumbramos de lejos, desde el vertedero, era señal de lluvia. Dicen que el vertedero ya no existe. ¿Quién robó este observatorio de lo imposible de mi infancia? ¿Quién más me habría robado? Llévame todo menos el banco de Antero[nota 1] Fue allí donde me encontré tímidamente diferente de las otras niñas. Ahora estoy decidido a reclamar mis fantásticas posesiones de la infancia».[6]
    • Natália Correia
    • Fuente: «Ilha no manso azul de mãe esperando». Mãe ilha, II. Sonetos românticos. Lisboa, Edições O Jornal 1.ª ed. 1990, p. 24[6]

Citas por autor[editar]

Unamuno[editar]

Página principal: Unamuno
  • «Antero, Antero, isloteño,
    nido de brumas, Azores,
    donde las algas son flores
    y la mar engendra en sueño,
    profeta tú congojoso
    de la Atlántida perdida,
    viejo mundo, nueva vida...».[7]
    • Fuente: Poema n.º 1115, Cancionero Diario poético, Ed. Losada, Buenos Aires 1953, pp. 314-315.
  • «¿Quién no conoce ya esta trágica figura de Antero de Quental, el autor de los inmortales Sonetos, la más trágica figura de nuestra literatura ibérica, incluyendo en ésta la castellana, la portuguesa, la catalana y la gallega? ¿Quién no conoce a aquel hombre cuya fórmula era un helenismo coronado de budismo?».[9]
    • Fuente: De esto y aquello. García Blanco, Manuel (ed.). Editorial Sudamericana, Buenos Aires.
  • «Si quieres ver combatir el instinto de conservación con el de perpetuación, o la razón con la fe, lee los sonetos de un hombre extraordinario, que si no fue precisamente español en el sentido estrechamente geográfico de este vocablo, fue peninsular, portugués; lee los sonetos de Antero de Quental. Hay dos, sobre todo, aquellos dos en que vaticina que llegará a adquirir conciencia todo, las rocas, los árboles..., que son admirables».[10]
    • Fuente: Sobre la filosofía española. EN: Ensayos de Unamuno, ed. Aguilar, Madrid, 1945, 1 554-5
  • «... y el amor hermano de la muerte, el que cantó Leopardi, el que cantó también, Antero el portugués, el poeta suicida, en aquel admirable soneto Mors-Amor».[8]
    • Fuente: Andanzas y visiones españolas, Ed. Crisol de Aguilar, p. 481.

Notas[editar]

  1. Antero de Quental se suicidió sentado en un banco de Ponta Delgada en 1891. (Facundes Duarte, Luiz (en portugués). pp. 3, 8. Direção Regional da Cultura. Governo dos Açores, 2015. Consultado el 7 de marzo de 2021.)

Referencias[editar]

  1. García Morejón (1961), p. 34. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  2. García Morejón (1961), pp. 29-30. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  3. García Morejón (1961), pp. 42-43. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  4. Castelho Paz, Carlos. Hieronymus Complutensis, Número 6-7 (enero-diciembre de 1998), p. 120. Centro Virtual Cervantes. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  5. Pessoa, Fernando; Manuela Parreira da Silva (ed.). Correspondência 1905-1922. Lisboa, Assírio & Alvim, 1999, ISBN 972-37-0505-2, p. 197.]
  6. 6,0 6,1 Almeida, Ângela (en portugués). Roteiros culturais dos Açores: Personalidades: Natália Correia, p. 4. Direção Regional da Cultura. Governo dos Açores, 2015. Consultado el 7 de marzo de 2021.
  7. García Morejón (1961), p. 65. Consultado el 8 de marzo de 2021.
  8. 8,0 8,1 García Morejón (1961), p. 60. Consultado el 9 de marzo de 2021.
  9. García Morejón (1961), pp. 35-36. Consultado el 8 de marzo de 2021.
  10. García Morejón (1961), p. 53. Consultado el 9 de marzo de 2021.

Bibliografía[editar]

  • García Morejón, Julio (1961). «Unamuno y el sentimiento trágico de Antero de Quenta», Cuadernos de la Cátedra Miguel de Unamuno, Vol. 11 (1961), Artículos, pp. 27-65. Universidad de Salamanca.