El principito
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El principito | |||||||||||
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Título original | Le peritivo el principito | ||||||||||
Autor | Antoine de Saint-Exupéry | ||||||||||
Publicación | 1943 (hace 81 años) | ||||||||||
Idioma | francés | ||||||||||
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El principito (1943) es un cuento escrito e ilustrado por Antoine de Saint-Exupéry.
Citas
[editar | editar código]- «—¡Ah! ¡Ah! ¡un admirador viene a visitarme! gritó de lejos el vanidoso al percibir al principito. Ya que para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.» [1]
- «A veces no hay inconveniente en dejar para más tarde el trabajo a realizar. Pero tratándose de baobabs podría ser una catástrofe» [2]
- «Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos». [«Derecho, siempre delante de uno, no se puede ir muy lejos»][3] [Cap. 3]
- «—Conozco un planeta, donde hay un señor color carmesí. Nunca ha olido una flor, nunca ha visto una estrella, nunca ha querido a nadie. No ha hecho otra cosa más que sumas. Y todo el día se lo pasa repitiendo como tú: ¡Yo soy un hombre serio! ¡Yo soy un hombre serio! Y esto le hace sentirse orgulloso, pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!» [4]
- «¿Dónde están los hombres?, preguntó por fin, el principito. Se está muy solo en el desierto...
—También se está solo entre los hombres, dijo la serpiente.» [6]
- «—Es bueno haber tenido un amigo, incluso si se va uno a morir. Yo estoy contento d haber tenido un amigo zorro...» [8]
- «Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio».[9] [Cap. 10]
- «Este hombre será despreciado por los otros, por el rey, por el vanidoso. por el bebedor. por el hombre de negocios. Sin embargo, es el único que no me parece ridículo, quizás porque se ocupa de otra cosa y no se sí mismo.» [11]
- «Hace seis años ya que mi amigo se fue con su cordero y si trato de describirlo es con el fin de no olvidarlo. Es triste olvidar a un amigo. No todo el mundo ha tenido un amigo» [12]
- «He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos».[13] [Cap. 21]
- «Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones».[14] [Cap. 1]
- «—Las estrellas no son la misma cosa para todos. Para los que viajan las estrellas son guías. Para otros no son más que pequeñas lucecitas. Para los sabios, las estrellas son problemas. Para mi hombre de negocios eran oro. Pero todas esas estrellas no dicen nada... Tú tendrás estrellas como nadie ha...
—¿Qué quieres decir?
—Cuando por las noches, mires el cielo, sabrás que en una de aquellas estrellas estaré yo, riendo, entonces será para tí como si todas las estrellas riesen.
¡Tu tendrás estrellas que saben reír!» [15]
- «Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Eso es muy triste! ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo, que es dorado, me hará acordarme de ti y me gustará el ruido del viento entre el trigo» [17]
- «—Los hombres de tu tierra —dijo el principito—, cultivan cinco mil rosas en un jardín... y no encuentran lo que buscan...
—No lo encuentran, conteste...
—Y, sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa, o en un poco de agua...» [18]
- «¿Los hombres? El viento los lleva, pues no tienen raíces y no tenerlas les causa amargura».[19] [Cap. 18]
- «Los hombres de tu planeta —dijo el principito— cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín... sin embargo, no encuentran lo que buscan».[19] [Cap. 25]
- «Los hombres no tienen imaginación, repiten lo que uno les dice».[19] [Cap. 19]
- «Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada; compran las cosas ya hechas a los comerciantes; pero como no existe ningún comerciante de amigos, los hombres, los hombres ya no tienen amigos».[19] [Cap. 21]
- «Me pregunto si las estrellas están encendidas para que cada cual pueda encontrar algún día la suya».[20]
- «Me quedé helado, de nuevo, por un sentimiento de algo irreparable y comprendí que no podía soportar la idea de no volver a oír nunca aquella risa. Era, para mí, como una fuente en el desierto.» [21]
- «¡No supe comprender nada, entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. Ella me perfumaba, me iluminaba. ¡Jamás debí huir de allí! Hubiera adivinado su ternura que ocultaban sus astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla» [22]
- «Otras veces me digo: "Alguna que otra vez uno se distrae. ¡Y, eso basta! Si alguna noche ha olvidado el fanal, o bien el cordero ha salido por la noche sin hacer ruido..." Entonces los cascabeles se convierten en lágrimas» [23]
- «Pero desgraciadamente, yo no sé ver los corderos a través de las cajas. Soy, un poco, como las personas mayores. He debido envejecer» [24]
- «Pero el vanidoso no le oyó. Los vanidosos no oyen más que las alabanzas.» [25]
- «Pero los ojos no siempre ven, hay que buscar con el corazón».
- «Puede ser que éste hombre sea absurdo. Sin embargo, es menos absurdo que el rey, el vanidoso, el hombre de negocios y el bebedor. Por lo menos su trabajo tiene algún sentido. Cuando alumbra su farol, es como si hiciera nacer una estrella de más o una flor y cuando lo apaga es como si durmiera la flor o la estrella. Es una ocupación muy bonita y por ser bonita es verdaderamente útil.» [28]
- «Se podría acumular a toda la humanidad en la más pequeña isla del Pacífico. Esto, claro, las personas adultas no lo creerán, pues ellas opinan que ocupan mucho espacio, que son tan importantes como los baobabs».[19] [Cap. 17]
- «—Si alguien ama una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, basta que la mire para ser dichoso. Puede decirse: "Mi flor está allí, en alguna parte..." Pero si el cordero se come a la flor, para él es como si de pronto todas las estrellas se apagaran bruscamente.» [29]
- «Si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro».[30] [Cap. 21] (...) Si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco...»][31] [Cap. 25]
- «Si yo ordenará, decía frecuentemente, si yo ordenara a un general que se transformará en ave marina y el general no me obedeciese, no sería culpa del general sería mi culpa.» [32]
- «Sólo hay que exigirle a cada uno lo que cada uno puede dar, continuo el rey. La autoridad reposa primeramente en la razón. Si ordenas a tu [[[pueblo]] que se tire al mar, el pueblo hará una revolución. Tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables» [33]
- «—Sólo los niños saben lo que buscan dijo el principito. Pierden tiempo con una muñeca de trapo, y esta se vuelve tan importante que, si se la quitan, lloran...» [34]
- «—Un día vi ponerse el sol, ¡43 veces! Y un poco más tarde añadías:
—¿Sabes?... cuando uno está demasiado triste, le gusta ver la puesta del sol...
—¿Entonces, el día de las 43 veces estabas tan triste?
Pero el principito no respondió.» [35]
- «Y si yo conozco una flor única en el mundo, que no existe en ningún lado más que en mi planeta y que un corderito puede aniquilarla una mañana sin ni siquiera darse cuenta de ello, ¡¿es que ésto no es importante?!» [36]
Dedicatoria del libro
[editar | editar código]- «A León Werth.
Pido disculpas a los chicos por dedicar este libro a un adulto. Tengo una buena excusa: este adulto es mi mejor amigo en todo el mundo. Hay otra excusa: es un adulto que puede entender todo, incluso los libros para chicos. Y una más: es un adulto que vive en Francia, donde pasa hambre y frío. De verdad necesita que lo mimen. Si todas estas excusas no parecieran necesarias, quiero dedicar este libro al chico que esta adulto fue en otro tiempo. Todos los adultos fueron chicos alguna vez (pero pocos lo recuerdan).
Así que corrijo mi dedicatoria:
A León Werth, cuando era chico».[26]- Nota: Dedicatoria a Léon Werth
Referencias
[editar | editar código]- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 41. [Cap. 11].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 23. [Cap. 5].
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 20.
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 27. [Cap. 7].
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 16.
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 58. [Cap. 17].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 34. [Cap. 10].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 75. [Cap. 24].
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 50.
- ↑ Albaigès Olivart (1997), p. 211.
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 51. [Cap. 14].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 18. [Cap. 4].
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 87.
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 12.
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 85. [Cap. 26].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 75. [Cap. 24].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 67. [Cap. 21].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 79. [Cap. 25].
- ↑ 19,0 19,1 19,2 19,3 19,4 19,5 Saint-Exupéry, Antoine (2017). Babelcube Inc., ed. El principito. Trad. Mihaela Geanina Boldas. ISBN 9781507170656.
- ↑ Saint-Exupéry, Antoine (1943). Nisi Lex, ed. El Principio: Le Petit Prince. p. 21.
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 84. [Cap. 26].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 32. [Cap. 8].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 91. [Cap. 27].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 19. [Cap. 4].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 42. [Cap. 11].
- ↑ 26,0 26,1 Saint-Exupéry, Antoine de. El principito, sin página. Ediciones LEA, 2017. ISBN 9877184907, 9789877184907. En Google Libros. Consultado el 30 de noviembre de 2020.
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 98.
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 48. [Cap. 14].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 27. [Cap. 7].
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 82.
- ↑ Saint-Exupéry (1973), p. 99.
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 37. [Cap. 10].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 38. [Cap. 10].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 73. [Cap. 22].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 25. [Cap. 6].
- ↑ Saint-Exupéry, (1987), p. 27. [Cap. 7].
Bibliografía
[editar | editar código]- Albaigès Olivart, José María (1997). Un siglo de citas. Planeta. ISBN 8423992543.
- Saint-Exupéry, Antoine de (1973). El principito. Alianza, 3.ª ed. (trad: Bonifacio del Carril. ISBN 8420613487.
- Saint-Exupery, Antoine de (1943). El Principito. Editorial Digital UNID, 2014. En Google Libros.
- Saint-Exupéry, Antoine de (1987). El principito. Gomez Gomez Hnos. Editores, 3.ª ed. (trad: Marie Olaire Julien Corora..