Plutarco
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Plutarco | |||||||||||
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«La paciencia tiene más poder que la fuerza». |
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Plutarco (Queronea, c. 46 o 50–Delfos, c. 120 o 127) fue un historiador, biógrafo y filósofo moralista de los siglos I y II.
Citas
[editar | editar código]- «Cuando mi criado sacude mis vestidos no es a mi persona a quien da golpes: sucede lo mismo con los que echan en rostro los accidentes de la naturaleza o de la fortuna».[1]
- «El amor nos enseña todas las virtudes».[3]
- «El camaleón toma todos los colores excepto el blanco: el adulador lo remeda todo excepto la verdad».[4]
- «El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender».[6]
- «El juicio enlaza la amistad, el trato la hace agradable, y la ocasión la constituye útil».[8]
- «El menos activo y más estúpido de todos los temores es el que produce la superstición».[9]
- «El objeto de la palabra es hacerse creer; pero no se cree a los habladores aunque digan la verdad».[10]
- «El ojo del amo engorda al caballo».[12]
- «El que sufre con paciencia las adversidades, es más fuerte que el que se liberta de ellas por la muerte».[13]
- «El tener enemigos trae también su utilidad, porque os manifiestan vuestras faltas, y os dicen las verdades».[15]
- «El tiempo de las armas no es el de las leyes».[16]
- «Es deseable tener buenos padres, pero tal gloria les corresponde a ellos».[17]
- «Hacer beneficios a un ingrato es lo mismo que perfumar a un muerto».[18]
- «La bebida apaga la sed, la comida satisface el hambre; pero el oro no apaga jamás la avaricia».[22]
- «La guerra y la paz son para los políticos dos especies de[moneda de que usan según sus intereses y les dan el valor que les conviene».[23]
- «La moderación nos hace fáciles de contentar; cuando hay pocos deseos, hay pocas privaciones».[24]
- «La paciencia tiene más poder que la fuerza».[26]
- «La perfección de la virtud se forma de tres cosas: del natural, de la instrucción y de los hábitos».[27]
- «La perseverancia es invencible. Por ello, el tiempo, en su acción, destruye y derriba toda potencia».[28]
- «Mal administrará la hacienda pública quien no sabe administrar su casa».[34]
- «No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento, mi sombra lo hace mucho mejor».[36][37]
- «Quien tiene muchos vicios, tiene muchos amos».[39]
- «Si hacéis amistad con un cojo, aprended a cojear».[40]
- «Solamente la buena educación puede conducir a la virtud; y es la única capaz de procurar la felicidad».[42]
- «Tenemos que vivir, no solo existir».[43]
Como biógrafo
[editar | editar código]- «Alejandro decía con razón que es más digno de un rey vencerse a sí mismo que vencer a los enemigos».[48]
- «Catón decía que el alma de un hombre enamorado vive en un cuerpo ajeno».[49]
- «No escribimos historias, sino vidas».[50]
- «También nos ha conservado Andróclidas una expresión de Lisandro, que demuestra su ligereza en materias de juramentos; porque, según dice, era su opinión que a los niños se les había de engañar con dados, y a los hombres, con juramentos; tomando malamente por modelo un general a un tirano, esto es Lisandro a Policrates de Samos».[53]
- «Un pueblo que quiere ser feliz no ha menester de conquistas [decía Licurgo]». [54]
Referencias
[editar | editar código]- ↑ S. A. S. M. (1843), p. 170.
- ↑ Palomo (2013), p. 231.
- ↑ Señor (1997), p. 45.
- ↑ S. A. S. M. (1843), p. 115.
- ↑ Ortega (2013), p. 679.
- ↑ Palomo (2013), p. 62.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 58.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 18.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 222.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 112.
- ↑ Palomo (2013), p. 214.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 11.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 209.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 85.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ Señor (1997), p. 297
- ↑ Ortega (2013), p. 205.
- ↑ Señor (1997), p. 25.
- ↑ S. A. S. M. (1843), p. 140.
- ↑ Señor (1997), p. 65.
- ↑ S. A. S. M. (1843), p. 104.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 153.
- ↑ Ortega (2013), p. 2881.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 242.
- ↑ Ortega (2013), p. 905.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 134.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 198.
- ↑ Palomo (2013), p. 119.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ Palomo (2013), p. 55.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 113.
- ↑ Palomo (2013), p. 275.
- ↑ Señor (1997), p. 25.
- ↑ Palomo (1997), p. 34.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 240.
- ↑ Ortega (2013), en linea.
- ↑ Señor (1997), p. 25.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 205.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 80.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ Bartra (1994), p. 247.
- ↑ Palomo (2013), p. 275.
- ↑ S. A. S. M. (1843), p. 33.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 79.
- ↑ Bartra (1994), p. 247.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ Bartra (1994), p. 247.
- ↑ Anecdótica frase atribuída por Plutarco y supuestamente ocurrida en una acalorada discusión entre Temístocles y Euribiades (almirante espartano), y recogida en Vidas paralelas. Goicoechea, Cesáreo (1995 7ª ed. 1955, 1962, 1970). Diccionario de citas. Dossat. p. 197.
- ↑ Bartra (1994), p. 246.
- ↑ Las vidas paralelas, Volumen 3; trad. Antonio Ranz Romanillos. p. 14. Imprenta Nacional, 1822.
- ↑ Vida de Agesilao, en la que Plutarco señala que éste era el pensamiento de Licurgo. Según: D'Holbach, Paul Henri Thiry. La moral universal o los deberes del hombre fundados en su naturaleza: Práctica de la moral. Trad. Manuel Díaz Moreno. Editorial Imprenta de los señores García y Compañía, 1812. p. 9, nota 2.
Bibliografía
[editar | editar código]- Bartra (datos.bne). Frases y citas célebres. Grijalbo. ISBN 8425315263.
- D. R. C. (1858). Tesoro de la sabiduria de todos los siglos y paises: sentencias, pensamientos, máximas y dichos memorables de los sabios y hombres celebres. El Libro de Oro, Madrid. En Google Libros. Consultado el 15 de septiembre de 2020.
- Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. En Google Books.
- Palomo, Eduardo. Cita-logía. pág. Punto Rojo Libros, 2013. ISBN 9788416068104.
- Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.
- S. A. S. M. (1843). El Eco de los siglos: tesoro de máximas, sentencias, pensamientos, proverbios, ocasiones y dichos agudos y notables entresacados de las obras de los autores más distinguidos de todos los siglos y paises. Imprenta de Ignacio Oliveres. En Google Libros. Consultado el 15 de septiembre de 2020.