Diferencia entre revisiones de «Francisco de Quevedo»

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* «Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y pierde la honra».<ref name=que330/> ''De la vida de Marco Bruto''.
* «Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y pierde la honra».<ref name=que330/> ''De la vida de Marco Bruto''.






=== B ===
=== B ===


* «Bien acierta quien sospecha que siempre [[error|yerra]]».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 114.</ref>
* «Bien acierta quien sospecha que siempre [[error|yerra]]».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 114.</ref>


* «Bien sé a cuántos contradigo, y reconozco los que se han de armar contra mí; mas no fuera yo español si no buscara peligros, despreciándolos antes para vencerlos después».<ref>{{Versalita|Roncero López}}, Victoriano; {{Versalita|Duarte}}, J. Enrique. ''Quevedo y la crítica a finales del siglo XX'', Ediciones Universidad de Navarra, 2002, p. 58.</ref>
* «Bien sé a cuántos contradigo, y reconozco los que se han de armar contra mí; mas no fuera yo español si no buscara peligros, despreciándolos antes para vencerlos después».<ref>{{Versalita|Roncero López}}, Victoriano; {{Versalita|Duarte}}, J. Enrique. ''Quevedo y la crítica a finales del siglo XX'', Ediciones Universidad de Navarra, 2002, p. 58.</ref>

=== C ===

* «Cánsate ya, mortal, de fatigarte<br/>En adquirir riquezas y tesoros,<br/>Que últimamente el tiempo ha de heredarte,<br/> Y al fin te han de dejar la plata y el oro<br/>Vive para ti solo si pudieres, <br/>Pues solo para ti, si mueres, mueres».{{fuentes}}

* «Cerrar mis ojos podrá la postrera<br/> Sombra, que me llevare el blanco día; <br/>Y podrá desatar esta alma mía<br/>Hora a su afán ansiosa lisonjera; <br/>Mas no de esa otra parte en la ribera<br/>Dejará la memoria en donde ardía: <br/>Nadar sabe mi llama el agua fría, <br/>Y perder el respeto a ley severa. <br/>Alma al que todo un Dios prisión ha sido, <br/>Venas que humor a tanto fuego han dado, <br/>Médulas que han gloriosamente ardido, <br/>Su cuerpo dejarán, no su cuidado: <br/>Serán ceniza, mas tendrán sentido: <br/>Polvo serán, mas polvo enamorado».<ref>{{Versalita|Gómez de Quevedo y Villegas}}, Francisco; {{Versalita|Ochoa}}, Eugenio de. ''Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez'', p. 360. Editor Baudry, 1842.</ref>

* «Creyendo lo peor, casi siempre se acierta».<ref>{{Versalita|Quevedo}}, Francisco de. ''Migajas sentenciosas. Obras completas en prosa'', p. 1133. Madrid. Editorial Aguilar. 1981.</ref><ref>{{Versalita|García Gibert}}, Javier. ''La «humanitas» Hispana: Sobre el humanismo literario en los siglos de oro'', p. 120. Ediciones Universidad de Salamanca, 2010 ISBN 978-84-78002-02-3.</ref>
** Nota: Aunque esta nota es atribuida a Quevedo, sin embargo aparece recogida en una obra de época anterior, ''Las memorias... de los hechos y empressas de Louis undecimo Carlos octavo, reyes de Francia'' de Philippe de Commynes, (1447-1511).<ref>{{Versalita|Commynes}}, Philippe de. ''Las memorias... de los hechos y empressas de Louis undecimo Carlos octavo, reyes de Francia, publicado después de su muerte en 1643'', p. 130.</ref>

* «Cuando el [[avaro]] dice: tengo un [[tesoro]], el [[preso]] dice: tenga una [[cárcel]]».
** Variante: «Y sería lo propio decir el avaro que él tiene el tesoro, que si el preso dijese que él tiene la cárcel».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 393.</ref>


=== D ===
=== D ===


* «Donde hay poca justicia es un peligro tener razón».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 175.</ref>
* «Dijo la [[rana]] al [[mosquito]] desde una [[tinaja]]: más quiero [[muerte|morir]] en el [[vino]] que vivir en el [[agua]]».<ref>{{Versalita|Quevedo}}, Francisco de. El parnaso español; o Las nueve musas de don Francisco de Quevedo Villegas...'' Editorial Zaragoza, Carranque, Delgado y cia, 1886. Página 359. </ref>

* «Donde hay poca justicia es un peligro tener razón».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 175.</ref>


=== E ===
=== E ===


* «El [[agradecimiento]] es la parte principal de un hombre de bien».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 26.</ref>
* «En tanto en [[Cataluña]] quedase un solo [[catalán]], y piedras en los campos desiertos, hemos de tener enemigos y [[guerra]]».<ref>{{Versalita|Cervera}}, César. [http://www.abc.es/espana/20141023/abci-quevedo-poeta-hostilidad-cataluna-201410221807.html «¿Cuál fue el origen de la hostilidad de Francisco de Quevedo hacia los catalanes?» 23 de octubre de 2014.] ''ABC''. </ref>

* «El [[agradecimiento]] es la parte principal de un hombre de bien».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 26.</ref>


* «El [[amistad|amigo]] ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 34.</ref>
* «El [[amistad|amigo]] ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 34.</ref>


* «El amigo interesado mira a su [[amor propio]]; el verdadero, sólo al bien del amigo».<ref>{{Versalita|Garcia Serrano}}, Jaime. ''Sea Usted una computadora humana'', p. 116. Editor LibrosEnRed, 2004. ISBN 978-98-75610-86-6.</ref>
* «El amigo interesado mira a su [[amor propio]]; el verdadero, sólo al bien del amigo».<ref>{{Versalita|Garcia Serrano}}, Jaime. ''Sea Usted una computadora humana'', p. 116. Editor LibrosEnRed, 2004. ISBN 978-98-75610-86-6.</ref>


* «El [[amor]] es fe y no ciencia».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 38.</ref>
* «El [[amor]] es fe y no ciencia».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 38.</ref>


* «El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo».<ref name=herran117/>
* «El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo».<ref name=herran117/>
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* «El árbol de la vida es la comunicación con los amigos; el fruto, el descanso y la confianza en ellos».<ref>{{Versalita|Herrán}}, Andrea; {{Versalita|Santos}}, Modesto. ''Sentencias político-filosófico-teológicas: (en el legado de Antonio Pérez, Francisco de Quevedo y otros): del tacitismo al neoestoicismo'', p. 124. Anthropos Editorial, 1999. ISBN 84-7658-557-8.</ref>
* «El árbol de la vida es la comunicación con los amigos; el fruto, el descanso y la confianza en ellos».<ref>{{Versalita|Herrán}}, Andrea; {{Versalita|Santos}}, Modesto. ''Sentencias político-filosófico-teológicas: (en el legado de Antonio Pérez, Francisco de Quevedo y otros): del tacitismo al neoestoicismo'', p. 124. Anthropos Editorial, 1999. ISBN 84-7658-557-8.</ref>


* «El ciego lleva a cuestas al tullido... ande el pie con el ojo remendado».<ref name= parnaso>{{Versalita|Gómez de Quevedo y Villegas}} (1764), p. 41.</ref>
* «El exceso es el [[Veneno|veneno]] de la [[razón]]».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 123.</ref>
** Fuente: Extracto del soneto "Representa esta moralidad con la fábula del cojo y del ciego, que recíprocamente se ayudaban"
** Versión completa:<br/>El ciego lleva a cuestas al tullido: <br/>Dígola maña, y caridad le niego; <br/>Pues en ojos los pies le paga al ciego<br/>El cojo solo para sí impedido. <br/>El mundo en estos dos está entendido, <br/>Si a discurrir con sus astucias llego: <br/>Pues yo a ti te asisto por tu talego; <br/>Tú, en lo que sé, cobrar de mí has querido. <br/>Si tú me das los pies, yo te doy los ojos: <br/>Todo este mundo es trueco interesado; <br/>Y despojos se cambian por despojos. <br/>Ciegos, con todos hablo escarmentado: <br/>Pues unos somos ciegos y otros cojos, <br/>Ande al pie con el ojo remendado.<ref name= parnaso/>

* «El exceso es el [[Veneno|veneno]] de la [[razón]]».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 123.</ref>


* «El mayor despeñadero, la confianza».<ref name=herran117>{{Versalita|Herrán}}, Andrea; {{Versalita|Santos}}, Modesto. ''Sentencias político-filosófico-teológicas: (en el legado de Antonio Pérez, Francisco de Quevedo y otros): del tacitismo al neoestoicismo'', p. 117. Anthropos Editorial, 1999. ISBN 84-7658-557-8.</ref>
* «El mayor despeñadero, la confianza».<ref name=herran117>{{Versalita|Herrán}}, Andrea; {{Versalita|Santos}}, Modesto. ''Sentencias político-filosófico-teológicas: (en el legado de Antonio Pérez, Francisco de Quevedo y otros): del tacitismo al neoestoicismo'', p. 117. Anthropos Editorial, 1999. ISBN 84-7658-557-8.</ref>
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* «El ocio es la pérdida del salario».<ref>{{Versalita|Gomez de Quevedo y Villegas}}, Francisco. ''Obras'': Tomo VI, p. 323. Madrid, 1791. Imprenta de Don Antonio de Sancha.</ref>
* «El ocio es la pérdida del salario».<ref>{{Versalita|Gomez de Quevedo y Villegas}}, Francisco. ''Obras'': Tomo VI, p. 323. Madrid, 1791. Imprenta de Don Antonio de Sancha.</ref>


* «El que quiere de esta [[vida]] todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 145.</ref>
* «El que quiere de esta [[vida]] todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 145.</ref>


* «El [[rico]] come, el pobre se alimenta».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 67.</ref>
* «El [[rico]] come, el pobre se alimenta».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 67.</ref>


* «El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 282.</ref>
* «El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 282.</ref>


* «Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja».<ref>VV. AA. ''Curiosidades históricas de España'', p. 38. Editorial Litres, 2017. ISBN 978-5-17-085099-0.</ref>
* «Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja».<ref>Mítica anecdota sobre la audacia de Quevedo, que apostó con sus amigos que le diría a la reina en público y en la corte que era coja, para lo cual, le ofreció a la soberana escoger entre un clavel y una rosa. VV. AA. ''Curiosidades históricas de España'', p. 38. Editorial Litres, 2017. ISBN 978-5-17-085099-0.</ref>
** ''Nota:'' La reina era coja, y nadie en la corte se atrevía a nombrar siquiera el tema. Sin embargo, Quevedo apostó con sus amigos a que se lo diría en público y en la corte. Entonces cogió un ramo de claveles blancos y otro de rosas rojas y se dirigió a la reina con la mencionada frase. Por supuesto ganó la apuesta.{{fuentes}}


* «... En besos, no en razones».<ref>{{Versalita|Sefchovich}}, Sara. ''El cielo completo: Mujeres escribiendo, leyendo''. Editorial Oceano, 2015. ISBN 978-6-07-735742-1.</ref><ref>{{Versalita|Velasco}}, Teresa. ''Cartografía de un poema'', p. 81. Editorial Seleer. ISBN 978-8-49-455339-4.</ref>
* «... En besos, no en razones».<ref>{{Versalita|Sefchovich}}, Sara. ''El cielo completo: Mujeres escribiendo, leyendo''. Editorial Oceano, 2015. ISBN 978-6-07-735742-1.</ref><ref>{{Versalita|Velasco}}, Teresa. ''Cartografía de un poema'', p. 81. Editorial Seleer. ISBN 978-8-49-455339-4.</ref>
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* «Haces lo que padeces y te imitas».<ref>''Marido paciente, que imagina satisfacerse de su deshonra con hacer a otros casados ofensas.''{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo IV, p. 355. [ Solo en ti se mintió justo el pecado,<br/>Siendo injusto en trabajos y placeres; <br/>Pues que quitando a muchos sus mujeres <br/>Con tu mujer a, muchos has pagado. <br/>Si los cuernos que pones te has quitado, <br/>De tus sienes los huesos ¿qué prefieres? <br/>No pones cuernos, si entenderlo quieres: <br/>Cuernos truecas con premio de contado. <br/>Cobras, no haces, Filemón, cornudos; <br/>Adulterado adúltero desquitas<br/>Duras afrentas de los ganchos mudos. <br/>Ni es desquitarlos, pues que no te quitas<br/>Ni uno de cuantos peinas puntiagudos. <br/>Haces lo que padeces y te imitas.]</ref>
* «Haces lo que padeces y te imitas».<ref name= Quevedo>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo IV, p. 355.</ref>
** Versión completa: Título: ''Marido paciente, que imagina satisfacerse de su deshonra con hacer a otros casados ofensas.''
** Solo en ti se mintió justo el pecado,<br/>Siendo injusto en trabajos y placeres; <br/>Pues que quitando a muchos sus mujeres <br/>Con tu mujer a, muchos has pagado. <br/>Si los cuernos que pones te has quitado, <br/>De tus sienes los huesos ¿qué prefieres? <br/>No pones cuernos, si entenderlo quieres: <br/>Cuernos truecas con premio de contado. <br/>Cobras, no haces, Filemón, cornudos; <br/>Adulterado adúltero desquitas<br/>Duras afrentas de los ganchos mudos. <br/>Ni es desquitarlos, pues que no te quitas<br/>Ni uno de cuantos peinas puntiagudos. <br/>Haces lo que padeces y te imitas.<ref name= Quevedo/>


* «Hay cosas que solo son un nombre y una figura».
* «Hay cosas que solo son un nombre y una figura».<ref>''Epistolario'', edición de [[Luis Astrana Marín]], pocos días antes de morir.</ref>{{fuentes}}
** Fuente: ''Epistolario'', edición de [[Luis Astrana Marín]], pocos días antes de morir.{{fuentes}}


* «Hay [[libro]]s cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 51.</ref>
* «Hay [[libro]]s cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 51.</ref>

* «Hombre mal persuadido de la elocuencia de tus vicios, no eches la culpa de tu error a tu muerte, sino a tu vida. No quieres [[inmortalidad]] porque lo dudas, sino porque la temes. Vives como bestia porque no rehúsas de merecer los castigos eternos; y por no padecerlos no admites la eternidad, como si esto excluyera la inmortalidad de tu alma. Engañaste como los necios que dicen que todo es vida hasta la muerte, y lo que llamas muerte su último y menor instante».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 256.</ref>
** Fuente: ''Fragmentos de la providencia de Dios. Tratado I, inmortalidad del alma''


=== L===
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* «La [[guerra]] es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa».<ref> {{Versalita|Gómez de Quevedo y Villegas}}, Francisco; {{Versalita|Ochoa}}, Eugenio de. ''Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez'', p. 7. Editor Baudry, 1842.</ref>
* «La [[guerra]] es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa».<ref> {{Versalita|Gómez de Quevedo y Villegas}}, Francisco; {{Versalita|Ochoa}}, Eugenio de. ''Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez'', p. 7. Editor Baudry, 1842.</ref>


* «La [[paciencia]] es [[virtud]] vencedora, y hace a los reyes poderosos y justos. La impaciencia es [[vicio]] del demonio, seminario de los más horribles y artífice de los tiranos».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 220.</ref>
* «La [[paciencia]] es virtud vencedora, y hace a los reyes poderosos y justos. La impaciencia es vicio del demonio, seminario de los más horribles y artífice de los tiranos».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 220.</ref>


* «La posesión de la [[salud]] es como la de la hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta no se goza».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 458.</ref>
* «La posesión de la [[salud]] es como la de la hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta no se goza».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 458.</ref>


* «La [[soberbia]] nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 226.</ref>
* «La [[soberbia]] nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 226.</ref><ref>''Las cuatro pestes y las cuatro fantasmas''. {{Versalita|Quevedo}} (1859), [https://books.google.es/books?id=1ON70IgKPP0C&pg=PA101&dq=Las+cuatro+pestes+y+las+cuatro+fantasmas&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjj5bDq2YbfAhXNyIUKHQj-CIkQ6AEIKDAA#v=onepage&f=false p. 101.]</ref>
** Fuente: ''Las cuatro pestes y las cuatro fantasmas''.<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1859), [https://books.google.es/books?id=1ON70IgKPP0C&pg=PA101&dq=Las+cuatro+pestes+y+las+cuatro+fantasmas&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjj5bDq2YbfAhXNyIUKHQj-CIkQ6AEIKDAA#v=onepage&q=La%20soberbia%20nunca%20baja%20de%20donde%20sube%2C%20porque%20siempre%20cae%20de%20donde%20subi%C3%B3&f=false p. 101.]</ref>


* «Lo más seguro es no ponerse en peligro».{{sin fuentes}}
* «Lo más seguro es no ponerse en peligro».{{sin fuentes}}
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* «Lo mucho se vuelve poco con [[deseo|desear]] otro poco más».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 432.</ref>
* «Lo mucho se vuelve poco con [[deseo|desear]] otro poco más».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 432.</ref>


* «Los que de [[corazón]] se [[amor|quieren]] sólo con el corazón se hablan».<ref name="Triguero">{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 76.</ref>
* «Los que de [[corazón]] se [[amor|quieren]] sólo con el corazón se hablan».<ref name="Triguero">{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 76.</ref>


* «Los verdaderos grandes son los de ánimo grande».<ref name= Triguero/>
* «Los verdaderos grandes son los de ánimo grande».{{fuentes}}


=== M ===
=== M ===
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* «Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 361.</ref>
* «Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo II, p. 361.</ref>


* «Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 174.</ref>
* «Mejor me sabe en un platón la sopa<br/>y el vino con la mosca y la zurrapa<br/>que al rico que se engulle todo el mapa<br/> muchos años de vino en ancha copa».<ref>{{Versalita|Gómez de Quevedo y Villegas}}, Francisco; {{Versalita|Ochoa}}, Eugenio de. ''Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez'', p. 403. Editor Baudry, 1842.</ref>


* «Muchos son buenos si se da crédito a los testigos; pocos si se toma declaración a su conciencia».{{fuentes}}
* «Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 174.</ref>

* «Muchos son buenos si se da crédito a los testigos; pocos si se toma declaración a su conciencia».<ref>{{Versalita|Ramírez Mota}}, Victor. ''El amor es libertad'', p. 83. Publicaciones Paulinas, S.A. de CV, México, ISBN 968-437-155-1.</ref>


=== N ===
=== N ===


* «Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir».<ref>{{Versalita|Palomo Triguero}} (2013), p. 84.</ref>
* «Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 84.</ref>
* «No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada».<ref>{{Versalita|Caballero Méndez}}, Rubén. POET@NET, Poetas en la Red, p. 114. Editor Lulu.com. ISBN 978-132-685-518-511-4.</ref>
* «No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada».{{fuentes}}


* «No hace la codicia que suceda lo que queremos, ni el temor que no suceda lo que recelamos».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1859), p. 138.</ref>
* «No hace la codicia que suceda lo que queremos, ni el temor que no suceda lo que recelamos».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1859), p. 138.</ref>

* «No hay contento en esta vida<br/>que se pueda comparar<br/>al contento que es cagar».<ref>{{Versalita|Quevedo y Villegas}}, Francisco. ''Gracias y desgracias del ojo del culo (1580-1645)'', p. 11. Ediciones Mister Clip. ISBN 978-151-192-797-0.</ref>


* «No hay cosa que más avive el amor que el temor de perder al ser amado».{{fuentes}}
* «No hay cosa que más avive el amor que el temor de perder al ser amado».{{fuentes}}


* «No hay verdadero [[amor]] donde hay alguna sospecha».<ref>{{Versalita|Bosch}}, María José. ''La danza de las emociones: Vives como sientes'', p. 76. Editorial EDAF, 2009. ISBN 978-8-44-142117-2.</ref>
* «No hay necio que no me hable,<br/> ni vieja que no me quiera,<br/> ni pobre que no me pida,<br/> ni rico que no me ofenda.<br/>No hay camino que no yerre,<br/>ni juego donde no pierda,<br/>ni amigo que no me engañe,<br/>ni enemigo que no tenga.<br/>Agua me falta en el mar,<br/>y la hallo en las tabernas;<br/>que mis contentos y el vino<br/>son aguados dondequiera».<ref>{{Versalita|Gómez de Quevedo y Villegas}} (1764), p. 416.</ref>
** Romance "Refiere su nacimiento y las propiedades que le comunicó".

* «No hay verdadero [[amor]] donde hay alguna sospecha».<ref>{{Versalita|Bosch}}, María José. ''La danza de las emociones: Vives como sientes'', p. 76. Editorial EDAF, 2009. ISBN 978-8-44-142117-2.</ref>

* «No he de callar, por más que con el dedo<br/> ya tocando la boca, ya la frente,<br/> silencio avises o amenaces miedo.<br/> ¿No ha de haber un espíritu valiente?<br/> ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?<br/> ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?».<ref>{{Versalita|Gómez Pérez}}, Rafael. ''Decadencia y esperanza: claves para entender este tiempo'', p. 38. Ediciones Rialp, 2007. ISBN 978-8-43-213652-8.</ref>
** Fuente: ''Epístola satírica y censoria sobre las costumbres presentes de los castellanos escrita a don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares, en su valimiento''.


* «No es menos ofensiva arma la caricia en las mujeres, que la espada en los hombres».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1852), p. 102.</ref>
* «No es menos ofensiva arma la caricia en las mujeres, que la espada en los hombres».<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1852), p. 102.</ref>
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=== P ===
=== P ===

* «... pero no es buena ocasión,/que cuando hay tantos [[desastre]]s, hagas brotar [[fuente]]s de agua, cuando corren [[río]]s de [[sangre]]./No es [[razón]] que cuando el [[cielo]],/desenvainando el alfanje,/se mira contra nosotros por nuestros [[pecado]]s graves, andes haciendo retiros/y no haciendo [[soledad]]es».<ref name=rioyo>{{Versalita|Rioyo}}, Javier. [https://elpais.com/diario/1994/03/22/madrid/764339095_850215.html «El Retiro.» 22 de marzo de 1994.] ''El País''. Consultado el 28 de septiembre de 2019.</ref>
** Nota: Quevedo fue encarcelado, en León, por estos versos que críticaban las fiestas que el [[conde-duque de Olivares]] organizaba para el rey [[Felipe IV]] en el palacio y jardines del Buen Retiro.<ref name=rioyo/>


* «Pocos oyen murmurar de otro, que no les parezca poco lo que oyen y verdad lo que creen».<ref>{{Versalita|Quevedo}}, Francisco. ''Obras de don Francisco Quevedo Villegas, Caballero del Hábito de Santiago y Señor de la Villa de la Torre de Juan Abad''. Tomo II. Por don Joachín Ybarra, Impresor de cámara de S.M. Madrid, 1772, p. 672.</ref>
* «Pocos oyen murmurar de otro, que no les parezca poco lo que oyen y verdad lo que creen».<ref>{{Versalita|Quevedo}}, Francisco. ''Obras de don Francisco Quevedo Villegas, Caballero del Hábito de Santiago y Señor de la Villa de la Torre de Juan Abad''. Tomo II. Por don Joachín Ybarra, Impresor de cámara de S.M. Madrid, 1772, p. 672.</ref>


* «Por nuestra [[codicia]] lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 158.</ref>
* «Por nuestra [[codicia]] lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 158.</ref>



=== Q ===
=== Q ===
* «Quien no ama con todos sus cinco sentidos a una [[mujer]] hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra».<ref name=que330>{{Versalita|Quevedo}} (1852), p. 330.</ref>
* «Quien no ama con sus cinco sentidos a una mujer hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 563. ''Obras de don Francisco de Quevedo Villegas: coleccion completa, corregida, ordenada e ilustrada''.<ref>{{Versalita|Quevedo}} (1852), p. 330.</ref>


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* «Ayer se fué, mañana no ha llegado,/hoy se está yendo sin parar un punto;/soy un fué, y un seré y un es cansado».<ref name=kassier>''¡Ah de la vida!''. Citado en ''Conceptismo'' por Kassier, Theodore L. (en inglés). [https://books.google.es/books?hl=es&id=bsvkun_p3SgC&q=conceptismo#v=snippet&q=conceptismo&f=falsepp. 424-426.] Recogido en el ''Dictionary of the Literature of the Iberian Peninsula (A-K)''. Greenwood Publishing Group, 1993. ISBN 0313287317, 9780313287312. En Google Libros. Consultado el 8 de febrero de 2020.</ref>
* «Ayer se fué, mañana no ha llegado,/hoy se está yendo sin parar un punto;/soy un fué, y un seré y un es cansado».<ref name=kassier>''¡Ah de la vida!''. Citado en ''Conceptismo'' por Kassier, Theodore L. (en inglés). [https://books.google.es/books?hl=es&id=bsvkun_p3SgC&q=conceptismo#v=snippet&q=conceptismo&f=falsepp. 424-426.] Recogido en el ''Dictionary of the Literature of the Iberian Peninsula (A-K)''. Greenwood Publishing Group, 1993. ISBN 0313287317, 9780313287312. En Google Libros. Consultado el 8 de febrero de 2020.</ref>

* «Cánsate ya, mortal, de fatigarte<br/>En adquirir riquezas y tesoros,<br/>Que últimamente el tiempo ha de heredarte,<br/> Y al fin te han de dejar la plata y el oro<br/>Vive para ti solo si pudieres, <br/>Pues solo para ti, si mueres, mueres».{{fuentes}}

* «Cerrar mis ojos podrá la postrera<br/> Sombra, que me llevare el blanco día; <br/>Y podrá desatar esta alma mía<br/>Hora a su afán ansiosa lisonjera; <br/>Mas no de esa otra parte en la ribera<br/>Dejará la memoria en donde ardía: <br/>Nadar sabe mi llama el agua fría, <br/>Y perder el respeto a ley severa. <br/>Alma al que todo un Dios prisión ha sido, <br/>Venas que humor a tanto fuego han dado, <br/>Médulas que han gloriosamente ardido, <br/>Su cuerpo dejarán, no su cuidado: <br/>Serán ceniza, mas tendrán sentido: <br/>Polvo serán, mas polvo enamorado».<ref>Carta a don Diego de Villagomez'', en ''Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas''. {{Versalita|Ochoa}}, Eugenio de. p. 360. Editor Baudry, 1842.</ref>



* «Mejor me sabe en un platón la sopa<br/>y el vino con la mosca y la zurrapa<br/>que al rico que se engulle todo el mapa<br/> muchos años de vino en ancha copa».<ref>{{Versalita|Gómez de Quevedo y Villegas}}, Francisco; {{Versalita|Ochoa}}, Eugenio de. ''Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez'', p. 403. Editor Baudry, 1842.</ref>

* «No hay contento en esta vida<br/>que se pueda comparar<br/>al contento que es cagar».<ref>{{Versalita|Quevedo y Villegas}}, Francisco. ''Gracias y desgracias del ojo del culo (1580-1645)'', p. 11. Ediciones Mister Clip. ISBN 978-151-192-797-0.</ref>

* «No hay necio que no me hable,<br/> ni vieja que no me quiera,<br/> ni pobre que no me pida,<br/> ni rico que no me ofenda.<br/>No hay camino que no yerre,<br/>ni juego donde no pierda,<br/>ni amigo que no me engañe,<br/>ni enemigo que no tenga.<br/>Agua me falta en el mar,<br/>y la hallo en las tabernas;<br/>que mis contentos y el vino<br/>son aguados dondequiera».<ref>Romance "Refiere su nacimiento y las propiedades que le comunicó".{{Versalita|Quevedo}} (1764), p. 416.</ref>

* «No he de callar, por más que con el dedo<br/> ya tocando la boca, ya la frente,<br/> silencio avises o amenaces miedo.<br/> ¿No ha de haber un espíritu valiente?<br/> ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?<br/> ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?».<ref>''Epístola satírica y censoria sobre las costumbres presentes de los castellanos escrita a don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares, en su valimiento''. {{Versalita|Gómez Pérez}}, Rafael. ''Decadencia y esperanza: claves para entender este tiempo'', p. 38. Ediciones Rialp, 2007. ISBN 978-8-43-213652-8.</ref>

* «Pero no es buena ocasión,<br/>que cuando hay tantos desastres, hagas brotar fuentes de agua, cuando corren ríos de sangre.<br/>No es razón que cuando el cielo,<br/> desenvainando el alfanje, se mira contra nosotros por nuestros pecados graves, andes haciendo retiros/y no haciendo soledades».<ref>Quevedo fue encarcelado, en León, por estos versos que críticaban las fiestas que el conde-duque de Olivares organizaba para el rey Felipe IV en el palacio y jardines del Buen Retiro."El Retiro", por Javier Rioyo, en ''El País'' del [https://elpais.com/diario/1994/03/22/madrid/764339095_850215.html 22.03.1994.] Consultado el 28 de septiembre de 2019.</ref>


* «Poderoso caballero<br/> es Don Dinero. <br/>Madre, yo al oro me humillo<br/>él es mi amante y mi amado,<br/>pues de puro enamorado, <br/>de contino anda amarillo:<br/>que pues doblón, o sencillo<br/>hace todo cuanto quiero<br/>Poderoso Caballero<br/>es Don Dinero».<ref>Musa V; Letra satírica XIX. {{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo IV, p. 265.</ref><ref name=cvc>[https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59302&Lng=0 «Refranero multilingüe: Ficha.»] Centro Virtual Cervantes. Consultado el 8 de febrero de 2020.</ref>
* «Poderoso caballero<br/> es Don Dinero. <br/>Madre, yo al oro me humillo<br/>él es mi amante y mi amado,<br/>pues de puro enamorado, <br/>de contino anda amarillo:<br/>que pues doblón, o sencillo<br/>hace todo cuanto quiero<br/>Poderoso Caballero<br/>es Don Dinero».<ref>Musa V; Letra satírica XIX. {{Versalita|Quevedo}} (1772), Tomo IV, p. 265.</ref><ref name=cvc>[https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59302&Lng=0 «Refranero multilingüe: Ficha.»] Centro Virtual Cervantes. Consultado el 8 de febrero de 2020.</ref>

Revisión del 12:33 22 may 2021

Francisco de Quevedo y Villegas
«Poderoso caballero es don Dinero» [1]
«Poderoso caballero es don Dinero» [1]
Véase también
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Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 379 años.

Francisco de Quevedo ((Madrid, 14 de septiembre de 1580​– Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 8 de septiembre de 1645) fue un escritor español del Siglo de Oro.

Citas

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A

  • «Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito».[2]
  • «Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y pierde la honra».[3] De la vida de Marco Bruto.

B

  • «Bien acierta quien sospecha que siempre yerra».[4]
  • «Bien sé a cuántos contradigo, y reconozco los que se han de armar contra mí; mas no fuera yo español si no buscara peligros, despreciándolos antes para vencerlos después».[5]

D

  • «Donde hay poca justicia es un peligro tener razón».[6]

E

  • «El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar que le llamen».[8]
  • «El amigo interesado mira a su amor propio; el verdadero, sólo al bien del amigo».[9]
  • «El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo».[11]
  • «El árbol de la vida es la comunicación con los amigos; el fruto, el descanso y la confianza en ellos».[12]
  • «El mayor despeñadero, la confianza».[11]
  • «El ocio es la pérdida del salario».[14]
  • «El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos».[15]
  • «El rico come, el pobre se alimenta».[16]
  • «El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor».[17]
  • «Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja».[18]
  • «... En besos, no en razones».[19][20]

H

  • «Haces lo que padeces y te imitas».[21]
  • «Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga».[23]

L

  • «La guerra es de por vida en los hombres, porque es guerra la vida, y vivir y militar es una misma cosa».[24]
  • «La paciencia es virtud vencedora, y hace a los reyes poderosos y justos. La impaciencia es vicio del demonio, seminario de los más horribles y artífice de los tiranos».[25]
  • «La posesión de la salud es como la de la hacienda, que se goza gastándola, y si no se gasta no se goza».[26]
  • «La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió».[27][28]
  • «Lo más seguro es no ponerse en peligro».[sin fuentes]
  • «Lo mucho se vuelve poco con desear otro poco más».[29]
  • «Los verdaderos grandes son los de ánimo grande».[sin fuentes]

M

  • «Más fácil es escribir contra la soberbia que vencerla».[31]
  • «Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez».[32]
  • «Muchos son buenos si se da crédito a los testigos; pocos si se toma declaración a su conciencia».[sin fuentes]

N

  • «Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir».[33]
  • «No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquel a quien no puede quitar nada».[sin fuentes]
  • «No hace la codicia que suceda lo que queremos, ni el temor que no suceda lo que recelamos».[34]
  • «No hay cosa que más avive el amor que el temor de perder al ser amado».[sin fuentes]
  • «No hay verdadero amor donde hay alguna sospecha».[35]
  • «No es menos ofensiva arma la caricia en las mujeres, que la espada en los hombres».[36]
  • «No es sabio el que sabe donde está el tesoro, sino el que trabaja y lo saca».[37]
  • «No se debe mostrar la verdad desnuda, sino en camisa».[38]
  • «Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres».[39]

P

  • «Pocos oyen murmurar de otro, que no les parezca poco lo que oyen y verdad lo que creen».[40]
  • «Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho».[41]

Q

  • «Quien no ama con sus cinco sentidos a una mujer hermosa, no estima a la naturaleza su mayor cuidado y su mayor obra».Error en la cita: Etiqueta de apertura <ref> sin su correspondiente cierre </ref>

S

  • «Ser tirano no es ser, es dejar de ser y hacer que dejen de ser todos».[3]
  • «Siempre se ha de conservar el temor mas jamás se deberá mostrar».[3]
  • «Si haces bien para que te lo agradezcan, mercader eres, no bienhechor; codicioso, no caritativo».[42]
  • «Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad».[42]

T

  • «Todos anhelamos llegar a viejos y todos negamos que ya hemos llegado».
  • «Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen».

Citas en verso

  • «Ayer se fué, mañana no ha llegado,/hoy se está yendo sin parar un punto;/soy un fué, y un seré y un es cansado».[43]
  • «Cánsate ya, mortal, de fatigarte
    En adquirir riquezas y tesoros,
    Que últimamente el tiempo ha de heredarte,
    Y al fin te han de dejar la plata y el oro
    Vive para ti solo si pudieres,
    Pues solo para ti, si mueres, mueres».[sin fuentes]
  • «Cerrar mis ojos podrá la postrera
    Sombra, que me llevare el blanco día;
    Y podrá desatar esta alma mía
    Hora a su afán ansiosa lisonjera;
    Mas no de esa otra parte en la ribera
    Dejará la memoria en donde ardía:
    Nadar sabe mi llama el agua fría,
    Y perder el respeto a ley severa.
    Alma al que todo un Dios prisión ha sido,
    Venas que humor a tanto fuego han dado,
    Médulas que han gloriosamente ardido,
    Su cuerpo dejarán, no su cuidado:
    Serán ceniza, mas tendrán sentido:
    Polvo serán, mas polvo enamorado».[44]


  • «Mejor me sabe en un platón la sopa
    y el vino con la mosca y la zurrapa
    que al rico que se engulle todo el mapa
    muchos años de vino en ancha copa».[45]
  • «No hay contento en esta vida
    que se pueda comparar
    al contento que es cagar».[46]
  • «No hay necio que no me hable,
    ni vieja que no me quiera,
    ni pobre que no me pida,
    ni rico que no me ofenda.
    No hay camino que no yerre,
    ni juego donde no pierda,
    ni amigo que no me engañe,
    ni enemigo que no tenga.
    Agua me falta en el mar,
    y la hallo en las tabernas;
    que mis contentos y el vino
    son aguados dondequiera».[47]
  • «No he de callar, por más que con el dedo
    ya tocando la boca, ya la frente,
    silencio avises o amenaces miedo.
    ¿No ha de haber un espíritu valiente?
    ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
    ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?».[48]
  • «Pero no es buena ocasión,
    que cuando hay tantos desastres, hagas brotar fuentes de agua, cuando corren ríos de sangre.
    No es razón que cuando el cielo,
    desenvainando el alfanje, se mira contra nosotros por nuestros pecados graves, andes haciendo retiros/y no haciendo soledades».[49]
  • «Poderoso caballero
    es Don Dinero.
    Madre, yo al oro me humillo
    él es mi amante y mi amado,
    pues de puro enamorado,
    de contino anda amarillo:
    que pues doblón, o sencillo
    hace todo cuanto quiero
    Poderoso Caballero
    es Don Dinero».[50][1]
  • «Pues amarga la verdad
    quiero echarla de la boca
    pues si a el alma su hiel toca
    esconderla es necedad.
    Sépase, pues, libertad
    ha engendrado en mi pereza
    la Pobreza».[51]
  • «Si cuentas por mujer lo que compone
    a la mujer, no acuestes a tu lado
    la mujer, sino el fardo que se pone».[52]
  • «Solamente un dar me agrada,
    que es el dar en no dar nada.
    Si la prosa que gasté
    contigo, Niña, lloré,
    y aun hasta ahora la lloro,
    ¿Qué haré la plata y el oro?
    Ya no he de dar, sino fuere al diablo a quien me pidiere;
    que tras la burla pasada,
    Solamente un dar me agrada,
    que es el dar en no dar nada».[53]
  • «Un nuevo corazón, un hombre nuevo
    ha menester, señor, la ánima mía.
    ¡Desnúdame de mí, que ser podría
    que a tu piedad pagase lo que debo!».[54]

Citas sobre Quevedo

  • «Don Francisco de Quevedo (Sonriendo):
    Ha cuatro años que en San Marcos fui encerrado
    y a la postre el escaparme he conseguido,
    de un privado que de todos se ha valido
    y un valido que de nada se ha privado».[55]
    • Nota: No son auténticas palabras de Francisco de Quevedo, sino el diálogo que Enrique Jardiel Poncela dio al personaje en una comedia.
  • «Don Francisco en ygual peso
    veras y burlas tratays,
    acertado aconsejays,
    y a Don Pablo hazeys trauiesso:
    Con la Tenaza confiesso,
    que sera Buscon de traça
    el llevarla no encabeça
    para su conseruación,
    que fuera espurio Buscon
    si anduuiera sin Tenaza».[57]
    • Luciano, amigo de Quevedo. Décima ("A don Francisco de Quevedo") en el prólogo de El Buscón.

Véase también

Referencias

  1. 1,0 1,1 «Refranero multilingüe: Ficha.» Centro Virtual Cervantes. Consultado el 8 de febrero de 2020.
  2. Palomo (2013), p. 158.
  3. 3,0 3,1 3,2 Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas que330
  4. Palomo (2013), p. 114.
  5. Roncero López, Victoriano; Duarte, J. Enrique. Quevedo y la crítica a finales del siglo XX, Ediciones Universidad de Navarra, 2002, p. 58.
  6. Palomo (2013), p. 175.
  7. Palomo (2013), p. 26.
  8. Palomo (2013), p. 34.
  9. Garcia Serrano, Jaime. Sea Usted una computadora humana, p. 116. Editor LibrosEnRed, 2004. ISBN 978-98-75610-86-6.
  10. Palomo (2013), p. 38.
  11. 11,0 11,1 Herrán, Andrea; Santos, Modesto. Sentencias político-filosófico-teológicas: (en el legado de Antonio Pérez, Francisco de Quevedo y otros): del tacitismo al neoestoicismo, p. 117. Anthropos Editorial, 1999. ISBN 84-7658-557-8.
  12. Herrán, Andrea; Santos, Modesto. Sentencias político-filosófico-teológicas: (en el legado de Antonio Pérez, Francisco de Quevedo y otros): del tacitismo al neoestoicismo, p. 124. Anthropos Editorial, 1999. ISBN 84-7658-557-8.
  13. Palomo (2013), p. 123.
  14. Gomez de Quevedo y Villegas, Francisco. Obras: Tomo VI, p. 323. Madrid, 1791. Imprenta de Don Antonio de Sancha.
  15. Palomo (2013), p. 145.
  16. Palomo (2013), p. 67.
  17. Palomo (2013), p. 282.
  18. Mítica anecdota sobre la audacia de Quevedo, que apostó con sus amigos que le diría a la reina en público y en la corte que era coja, para lo cual, le ofreció a la soberana escoger entre un clavel y una rosa. VV. AA. Curiosidades históricas de España, p. 38. Editorial Litres, 2017. ISBN 978-5-17-085099-0.
  19. Sefchovich, Sara. El cielo completo: Mujeres escribiendo, leyendo. Editorial Oceano, 2015. ISBN 978-6-07-735742-1.
  20. Velasco, Teresa. Cartografía de un poema, p. 81. Editorial Seleer. ISBN 978-8-49-455339-4.
  21. Marido paciente, que imagina satisfacerse de su deshonra con hacer a otros casados ofensas.Quevedo (1772), Tomo IV, p. 355. [ Solo en ti se mintió justo el pecado,
    Siendo injusto en trabajos y placeres;
    Pues que quitando a muchos sus mujeres
    Con tu mujer a, muchos has pagado.
    Si los cuernos que pones te has quitado,
    De tus sienes los huesos ¿qué prefieres?
    No pones cuernos, si entenderlo quieres:
    Cuernos truecas con premio de contado.
    Cobras, no haces, Filemón, cornudos;
    Adulterado adúltero desquitas
    Duras afrentas de los ganchos mudos.
    Ni es desquitarlos, pues que no te quitas
    Ni uno de cuantos peinas puntiagudos.
    Haces lo que padeces y te imitas.]
  22. Epistolario, edición de Luis Astrana Marín, pocos días antes de morir.
  23. Palomo (2013), p. 51.
  24. Gómez de Quevedo y Villegas, Francisco; Ochoa, Eugenio de. Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez, p. 7. Editor Baudry, 1842.
  25. Quevedo (1772), Tomo II, p. 220.
  26. Quevedo (1772), Tomo II, p. 458.
  27. Palomo (2013), p. 226.
  28. Las cuatro pestes y las cuatro fantasmas. Quevedo (1859), p. 101.
  29. Quevedo (1772), Tomo II, p. 432.
  30. Palomo (2013), p. 76.
  31. Quevedo (1772), Tomo II, p. 361.
  32. Palomo (2013), p. 174.
  33. Palomo (2013), p. 84.
  34. Quevedo (1859), p. 138.
  35. Bosch, María José. La danza de las emociones: Vives como sientes, p. 76. Editorial EDAF, 2009. ISBN 978-8-44-142117-2.
  36. Quevedo (1852), p. 102.
  37. Villamarín Pulido, Luis Alberto. Superación Personal: Tesoro de la sabiduría, Tomo I, p. 91. Volumen 2 de Elementos de autosuperación, 2015. ISBN 978-1-49-930144-1.
  38. Cardona Andújar, José. Saber docente desde la pedagogía poética. Editorial UNED. 2016. ISBN 978-8-43-627107-2.
  39. Palomo (2013), p. 291.
  40. Quevedo, Francisco. Obras de don Francisco Quevedo Villegas, Caballero del Hábito de Santiago y Señor de la Villa de la Torre de Juan Abad. Tomo II. Por don Joachín Ybarra, Impresor de cámara de S.M. Madrid, 1772, p. 672.
  41. Palomo (2013), p. 158.
  42. 42,0 42,1 Palomo (2013), p. 52.
  43. ¡Ah de la vida!. Citado en Conceptismo por Kassier, Theodore L. (en inglés). 424-426. Recogido en el Dictionary of the Literature of the Iberian Peninsula (A-K). Greenwood Publishing Group, 1993. ISBN 0313287317, 9780313287312. En Google Libros. Consultado el 8 de febrero de 2020.
  44. Carta a don Diego de Villagomez, en Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Ochoa, Eugenio de. p. 360. Editor Baudry, 1842.
  45. Gómez de Quevedo y Villegas, Francisco; Ochoa, Eugenio de. Obras escogidas (de D. Francisco de Quevedo y Villegas): obras serias: obras jocosas; obras poeticas. Carta a don Diego de Villagomez, p. 403. Editor Baudry, 1842.
  46. Quevedo y Villegas, Francisco. Gracias y desgracias del ojo del culo (1580-1645), p. 11. Ediciones Mister Clip. ISBN 978-151-192-797-0.
  47. Romance "Refiere su nacimiento y las propiedades que le comunicó".Quevedo (1764), p. 416.
  48. Epístola satírica y censoria sobre las costumbres presentes de los castellanos escrita a don Gaspar de Guzmán, conde de Olivares, en su valimiento. Gómez Pérez, Rafael. Decadencia y esperanza: claves para entender este tiempo, p. 38. Ediciones Rialp, 2007. ISBN 978-8-43-213652-8.
  49. Quevedo fue encarcelado, en León, por estos versos que críticaban las fiestas que el conde-duque de Olivares organizaba para el rey Felipe IV en el palacio y jardines del Buen Retiro."El Retiro", por Javier Rioyo, en El País del 22.03.1994. Consultado el 28 de septiembre de 2019.
  50. Musa V; Letra satírica XIX. Quevedo (1772), Tomo IV, p. 265.
  51. Letrilla satírica VIII. Quevedo (1772), Tomo II, p. 256.
  52. "Desnuda a la mujer de la mayor parte ajena que la compone". Soneto comentado por Pozuelo Yvancos, José María. La invención literaria: Garcilaso, Góngora, Cervantes, Quevedo y Gracián. Volumen 339 de Estudios filológicos, Universidad de Salamanca, 2014. ISBN 978-84-90123-85-0, p. 103.
  53. Quevedo (1772), Tomo IV, p. 264. Terpsicore: Letra satírica XVII.
  54. Soneto «Un nuevo corazón, un hombre nuevo» en Antología poética comentada. Edición de Fernando Gómez Redondo. Editorial EDAF, 2004. ISBN 978-84-41414-73-0, p. 34.
  55. Jardiel Poncela, Enrique. Obras completas, Volumen 3. Editorial Ahrmex, 1960, p. 60.
  56. Blanco Vila, Luis. El Camino de Santiago. Editorial Complutense, 1995. ISBN 978-84-89365-17-9, p. 53.
  57. Quevedo, Francisco de: El Buscón. Madrid: Cátedra, 93.

Bibliografía

  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)
  • Quevedo. Francisco Gómez de Quevedo y Villegas, El parnaso español, monte en dos cumbres dividida con las nueve musas castellanas. Tomo VIII de sus Obras. Madrid, 1764. Imprenta de Don Antonio de Sancha.
  • Quevedo, Francisco; Fernández-Guerra y Orbe, Aureliano. Obras de don Francisco de Quevedo Villegas: coleccion completa, corregida, ordenada e ilustrada, Volumen 48, 2.ª Edición. Editorial M. Rivadeneyra, 1859. En Google Books.
  • Quevedo, Francisco de; Tarsia, Pablo Antonio de. Obras de don Francisco de Quevedo y Villegas. El parnaso español, monte en dos cumbres dividida con las nueve musas castellanas. Madrid, 1772. Por don Joachín Ybarra, Impresor de cámara de S.M.
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.