«Aprendí administración de las hormigas; música, oyendo los aguaceros; escultura buscando parecido a los seres en las líneas de las rocas; color, en la luz; poesía, en toda la naturaleza».
«Dos velas tengo encendidas en el altar de mi alma, y en él adoro a una virgen que tiene tu misma cara».
«Parecía la amapola que ayer vi en el cementerio, sus rojos labios que ansiaban darme los últimos besos».
«Si quieres darme la muerte tira donde más te agrade, pero no en el corazón porque allí llevo tu imagen».
«Tiene la mariposa cuatro alas; tú tienes cuatro versos voladores; ella, al girar, resbala por las flores; tú por los labios, al girar, resbalas».
«Tus ojos son un delito negro como las tinieblas, y tienes para ocultarlo bosque de pestañas negras».
«Yo no sé qué me sucede desde que te di mi alma, que cualquier senda que tomo me ha de llevar a tu casa».