«Al terminar un cuento me sentía siempre vaciado y a la vez triste y contento, como si hubiese hecho el amor (...) aunque para saber si era bueno tendría que esperar a releerlo el día siguiente».
«El cuento es más difícil y más disciplinado que la prosa... En una novela, el escritor puede ser más descuidado y dejar escoria y lo superfluo, que sería desechable. Pero en un cuento ... casi todas las palabras deben estar en su lugar exacto».
«Las personas siempre han contado cuentos. Mucho antes de que la humanidad aprendiera a leer y escribir, todo el mundo escuchaba cuentos. Y había narradores que los contaban mejor que otros, es decir, que la gente les creía más sus mentiras».