Afirmación
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Una afirmación es la «acción y efecto de afirmar o afirmarse»,[1] es decir, de «asegurar o dar por cierto algo».[2]
Citas con «afirmación», «afirmar», etc.[editar]
- «El encanto de la filosofía estriba más que en el éxito problemático de la afirmación, en el esfuerzo desplegado al meditar».[3]
- «El yo engendra egoísmo. No hay ningún mal que no proceda del yo. No hay ninguna injusticia que no sea un producto de la afirmación yo».[3]
- «Las buenas costumbres se afirman por la dicha sencilla y verdadera que resulta de ellas».[4]
- «Sobre todas las cosas pueden hacerse dos afirmaciones totalmente contrarias».[5]
- «Suele afirmarse muy a menudo que cada batalla es un malentendido».[6]
Citas del Quijote[editar]
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)[editar]
- «— No sé yo lo que me parece —respondió Sancho—, por no ser tan leído como vuestra merced en las escrituras andantes; pero, con todo eso, osaría afirmar y jurar que estas visiones que por aquí andan, que no son del todo católicas».[7]
- Sancho Panza
- Fuente: «Capítulo XLVII. Del estraño modo con que fue encantado don Quijote de la Mancha, con otros famosos sucesos».
- «— Si os la mostrara —replicó don Quijote—, ¿qué hiciérades vosotros en confesar una verdad tan notoria? La importancia está en que sin verla lo habéis de creer, confesar, afirmar, jurar y defender; donde no, conmigo sois en batalla, gente descomunal y soberbia. Que, ahora vengáis uno a uno, como pide la orden de caballería, ora todos juntos, como es costumbre y mala usanza de los de vuestra ralea, aquí os aguardo y espero, confiado en la razón que de mi parte tengo».[7]
- Don Quijote
- Fuente: «Capítulo IV. De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta».
- «— Yo no podré afirmar si la dulce mi enemiga gusta, o no, de que el mundo sepa que yo la sirvo; sólo sé decir, respondiendo a lo que con tanto comedimiento se me pide, que su nombre es Dulcinea; su patria, el Toboso, un lugar de la Mancha; su calidad, por lo menos, ha de ser de princesa, pues es reina y señora mía; su hermosura, sobrehumana, pues en ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de belleza que los poetas dan a sus damas: que sus cabellos son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blancura nieve, y las partes que a la vista humana encubrió la honestidad son tales, según yo pienso y entiendo, que sólo la discreta consideración puede encarecerlas, y no compararlas».[7]
- Don Quijote
- Fuente: «Capítulo XIII. Donde se da fin al cuento de la pastora Marcela, con otros sucesos».
Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (1615)[editar]
- «Dice el que tradujo esta grande historia del original, de la que escribió su primer autor Cide Hamete Benengeli, que, llegando al capítulo de la aventura de la cueva de Montesinos, en el margen dél estaban escritas, de mano del mesmo Hamete, estas mismas razones: "No me puedo dar a entender, ni me puedo persuadir, que al valeroso don Quijote le pasase puntualmente todo lo que en el antecedente capítulo queda escrito: la razón es que todas las aventuras hasta aquí sucedidas han sido contingibles y verisímiles, pero ésta desta cueva no le hallo entrada alguna para tenerla por verdadera, por ir tan fuera de los términos razonables. Pues pensar yo que don Quijote mintiese, siendo el más verdadero hidalgo y el más noble caballero de sus tiempos, no es posible; que no dijera él una mentira si le asaetearan. Por otra parte, considero que él la contó y la dijo con todas las circunstancias dichas, y que no pudo fabricar en tan breve espacio tan gran máquina de disparates; y si esta aventura parece apócrifa, yo no tengo la culpa; y así, sin afirmarla por falsa o verdadera, la escribo. Tú, letor, pues eres prudente, juzga lo que te pareciere, que yo no debo ni puedo más;..."».[7]
- Fuente: «Capítulo XXIV. Donde se cuentan mil zarandajas tan impertinentes como necesarias al verdadero entendimiento desta grande historia».
- «— No se puede negar, sino afirmar, que es muy hermosa mi señora Dulcinea del Toboso, pero donde menos se piensa se levanta la liebre; que yo he oído decir que esto que llaman naturaleza es como un alcaller que hace vasos de barro, y el que hace un vaso hermoso también puede hacer dos, y tres y ciento; dígolo porque mi señora la duquesa a fee que no va en zaga a mi ama la señora Dulcinea del Toboso».[7]
- Sancho Panza
- Fuente: «Capítulo XXX. De lo que le avino a don Quijote con una bella cazadora».
Referencias[editar]
- ↑ Real Academia Española. «afirmación.» Diccionario de la lengua española (edición del Tricentenario, actualización 2019). Consultado el 10 de marzo de 2020.
- ↑ Real Academia Española. «afirmar.» Diccionario de la lengua española (edición del Tricentenario, actualización 2019). Consultado el 10 de marzo de 2020.
- ↑ 3,0 3,1 Ortega Blake (2013), sin página. Consultado el 31 de octubre de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858). Tesoro de la sabiduria de todos los siglos y paises: sentencias, pensamientos, máximas y dichos memorables de los sabios y hombres celebres, p. 56. El Libro de Oro, Madrid. En Google Libros. Consultado el 31 de octubre de 2020.
- ↑ 5,0 5,1 Palomo Triguero, Eduardo (2013). Cita-logía, p. 26. Editorial Punto Rojo Libros, 2013. ISBN 9788416068104. En Google Libros. Consultado el 10 de marzo de 2020.
- ↑ Ortega Blake (2013), sin página. Consultado el 31 de octubre de 2020.
- ↑ 7,0 7,1 7,2 7,3 7,4 Cervantes (1605/2010). Consultado el 31 de octubre de 2020..
Bibliografía[editar]
- Cervantes, Miguel de (1605/2010). El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. En Project Gutenberg.
- Ortega Blake, Arturo (2013). Penguin Random House Grupo Editorial México. ISBN 6073116314, 9786073116312. En Google Libros.
Enlaces externos[editar]
Wikcionario alberga definiciones sobre Afirmación.