Fernando Savater

De Wikiquote, la colección libre de citas y frases célebres.
Fernando Savater
«Mi sueño es el de Picasso: tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres».
«Mi sueño es el de Picasso: tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres».
Véase también
Biografía en Wikipedia.
Multimedia en Wikimedia Commons.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona actualmente viva.
Dependiendo de cómo se publicaran, pueden estar protegidas por derechos de autor. Deben usarse según las políticas de licencias de Wikiquote.

Fernando Savater (San Sebastián, 21 de junio de 1947) es un filósofo y escritor español.

Citas[editar]

  • «A diferencia de la vejez, que siempre está de más, lo característico de la juventud es que no pasa de moda».[1]
  • «El problema no son las preguntas que los niños formulan, sino las que nosotros nos tenemos que hacer luego».[2]
  • «La buena vida humana es buena vida entre seres humanos o de lo contrario puede que sea vida, pero no será ni buena ni humana».[3]
  • «La juventud es el suplemento vitamínico de la anémica rutina social».[4]
  • La política se ha llenado de individuos que se reconocen y se promocionan mutuamente con una simple mirada, es la mirada del poder.[5]
  • «Las lenguas tienen dos grandes enemigos, los que las imponen y los que las prohíben».[6]
  • «Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: parece que vienen de fuera que se te imponen sin pedirte permiso. En cambio, los caprichos te salen de dentro».[7]
  • «Mi sueño es el de Picasso: tener mucho dinero para vivir tranquilo como los pobres».[8]
  • «Se puede vivir de muchos modos, pero hay modos que no dejan vivir».[9]
  • «Si no somos corresponsables del pasado, tampoco tendremos derecho a reclamarnos legítimo propietarios del futuro».[10]
  • «Sin ternura, el amor es puro afán de dominio y de autoafirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada».[11]
  • «Tomarse las cosas con filosofía no significa tomarse las cosas con resignación, ni tampoco con gravedad, sino tomárselas alegremente».[12]
  • «Un pensamiento no paradójico me resulta casi insoportable, un pensamiento cerrado en sí mismo, coherente, que no admite la paradoja».[13]
  • «Uno puede estar a favor de la globalización y en contra de su rumbo actual, lo mismo que se puede estar a favor de la electricidad y contra la silla eléctrica».[14]

Digresiones, opiniones, reflexiones[editar]

  • «Con el terrorismo no hay que dialogar más que sobre la entrega de las armas, el final de la violencia, a medio plazo, quizá de aliviar las condenas, etcétera».[15]
  • «Decir que todas las culturas son igualmente respetables equivale a afirmar que da lo mismo cruzar un río por un puente que en balsa o andando por el fondo con una piedra pesada en los brazos».[16]
  • «En Filosofía habíamos hecho una cosa que llamábamos "tomas de cátedra" [...] Intentábamos convencer a algunos catedráticos y claro, unos se dejaban y otros no. Algunos se fueron y a otros los echamos [...] El radicalismo siempre me ha fascinado. La agresividad verbal, las explosiones excesivas, todo eso me encantaba».[17]
  • «¿Es mejor decirle al enfermo de cáncer incurable la verdad sobre su estado o se le debe engañar para que pase sin angustia sus ̇últimas horas? La mentira no nos conviene, es mala, pero a veces parece resultar buena».[18]
  • «Las religiones también son como el vino: hay gente a la que le sienta mal y gente a la que le sienta bien. Hay personas que con dos copas se vuelven locuaces, abiertas y desinhibidas; otros se vuelven brutos y groseros con la misma cantidad. Con la religión, hay gente que mejora y se purifica y para otros es una fuente de resentimiento, mojigatería y condena a los demás».[19]
  • «Lo más importante intelectualmente hoy no es tanto comprender los motivos de los terroristas, sino los nuestros para resistirles sin emplear sus propias armas».[20]
  • « Los elementos del bienestar hoy no son un logro ni de la derecha ni de la izquierda, sino de la civilización».[21]
  • «Los nacionalismos no tienen nada de progresistas, sino lo contrario. El Estatuto, la realidad nacional, todo eso no son más que pugnas de poder de políticos que no tienen nada que ver con la gente. Pero el problema es que se está introduciendo entre los ciudadanos la idea de que lo nuestro, lo que nos diferencia de los otros, el ser de aquí, el defender todo eso es progresista, cuando lo esencial, lo verdaderamente progresista, es lo que nos une con los demás, no lo que nos separa».[22]
  • «Naturalmente aceptamos que los nacionalistas vascos puedan proponer por vía pacífica la creación de un nuevo Estado independiente que nunca antes existió, pero rechazamos que ese proyecto político de un determinado partido se presente como el derecho inalienable de todo un pueblo, convirtiéndose así, de modo indirecto, en justificación de las armas».[23]
  • «No creo que exista noción de Dios, no creo que exista nada sobrenatural. Decir que alguien es ateo es de por sí religioso, y yo no creo que nadie sepa a qué se lo está contraponiendo. No es que yo no crea en Dios, es que no sé qué es Dios, y el que cree tampoco lo sabe».[24]
  • Queremos la paz, pero la paz no puede ser nunca mera ausencia de violencia, sino que debe ser presencia y vigencia de la Constitución, sin coacciones, extorsiones ni amenazas.[25]
  • «Quien se ha visto desde la cuna privado de lo humanamente más necesario es difícil exigirle la misma facilidad para comprender lo de la buena vida que a los que tuvieron mejor suerte. Si nadie te trata como humano, no es raro que vayas a lo bestia...».[26]
  • «Será progreso cuanto favorezca un modelo de organización social en el que mayor número de personas alcancen más efectivas cuotas de libertad: es decir, son progresistas quienes combaten los mecanismos esclavizadores de la miseria, la ignorancia y la supresión autoritaria de procedimientos democráticos».[27]

Referencias[editar]

  1. Ortega (2013), p. 2368.
  2. La Nación, 28 de enero de 2006, después de una entrevista con niños del Barrio Nelson Mandela de Cartagena de Indias.
  3. Ética para Amador, p. 77. [ref. incompleta]
  4. Albaigès (1997), p. .
  5. Defensa de la política, diario El Mundo, 4-III-2007. [ref. incompleta]
  6. Diario Metro [ref. incompleta]
  7. Ética para Amador, p. 45. [ref. incompleta]
  8. Albaigès (1997), p. 228.
  9. Señor (1997), pp. 576-7.
  10. Albaigès (1997), p. 145.
  11. Albaigès (1997), p. 446.
  12. El alma del ombudsman. Luis de la Barreda Solórzano. Aguilar, 1999. ISBN 9789681905156. Página 53.
  13. Libro-entrevista con Marcos-Ricardo Barnatán Fernando Savater contra el Todo, 1984, p. 44. [ref. incompleta]
  14. Encuentro digital en el Mundo.es, 4 de junio del 2003. [ref. incompleta]
  15. El Mundo, 6/9/2007. [ref. incompleta]
  16. «Alianza... ¿de qué?» El Correo, 4 de septiembre de 2005. [ref. incompleta]
  17. Libro-entrevista con Marcos-Ricardo Barnatán Fernando Savater contra el Todo, 1984, p. 32. [ref. incompleta]
  18. «Ética para Amador». Revista literaria. Consultado el 28 de junio de 2022. 
  19. La Nación de 25 de marzo de 2007.
  20. Y ellos, no, artículo publicado en el diario El País (Madrid), 14 de julio de 2005. [ref. incompleta]
  21. N: revista de cultura, Temas205-213, pag 20. Clarin, 2007. [ref. incompleta]
  22. Diario El Mundo, 26/11/2007. [ref. incompleta]
  23. Año 2000, en su discurso de aceptación del Premio Sajarov [ref. incompleta]
  24. La Nación de 25 de marzo de 2007.
  25. Dicho el 6 de diciembre de 2006, en Vitoria-Gasteiz, País Vasco, en un acto en el aniversario de la aprobación de la Constitución española de 1978.web Terra
  26. Ética para Amador, p. 105. [ref. incompleta]
  27. Artículo Regreso al Progreso, publicado en el diario El País el 4 de agosto de 2007. [ref. incompleta]

Bibliografía[editar]

  • Albaigès, Josep María (1997). Un siglo de citas. Planeta. ISBN 8423992543. 
  • Ortega, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.