Rafael Barrett

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Rafael Angel Jorge Julián Barrett y Álvarez de Toledo
«Dichoso el día en que ni la fortuna ni la miseria se hereden».
«Dichoso el día en que ni la fortuna ni la miseria se hereden».
Véase también
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Rafael Angel Jorge Julián Barrett y Álvarez de Toledo (Torrelavega, Cantabria; 7 de enero de 1876 - Arcachón, Francia; 17 de diciembre de 1910) fue un escritor español emigrado a Paraguay.

Citas en sus obras[editar]

De El dolor paraguayo[editar]

  • «Alzaos hacia la claridad sagrada, convenceos de que el trabajo es lo único fecundo, de que contra él son impotentes el destino, el azar y hasta los dioses, si dioses hay. Convenceos de que la paz es más heroica que la guerra. Preparémonos a vivir y a morir sin miedo».
    • Fuente: Obras completas
  • «Dichoso el día en que ni la fortuna ni la miseria se hereden».
    • Fuente: El dolor paraguayo: lo que son los yerbales Página 50.
  • «El mate lo ha escuchado todo, lo ha adivinado todo, confidencias terribles, esperanzas siempre abatidas, juramentos sombríos. Aplicadle el oído, y percibiréis en él las mil voces confusas del inmenso pasado, como en el viejo caracol los rumores del mar [...] Por el mate se absorben casi todas las medicinas silvestres. Mediante el mate se enamora, se mata y se embruja».
    • Fuente: Antología Página 22.
  • «El país está a merced de un grupo que se atreva».
    • Fuente: Antología
  • «En el gobierno reina el terror, y no hay cosa tan cruel como el miedo cuando tiene el miedo las armas en la mano».
    • Fuente: Antología
  • «En la escuela hay que adquirir el hábito de no mentir y de atender a las molestias y a los sufrimientos del prójimo. Hay que salir de ella verídico, compasivo y cortés. Esto es lo importante. Y de lo que nadie se ocupa».
    • Fuente: Antología
  • «Es humillante la corona adquirida por el hecho de haber nacido; al lograr el honor en virtud del propio esfuerzo, introducimos en nuestra existencia la lógica, la unidad indispensable a los bellos destinos».
    • Fuente: Antología
  • «La civilización no consiste en exportar mucho, ni en caminar de prisa, ni en escribir con ortografía. Consiste en la dulzura de las costumbres, en el amor y en la tolerancia, en la elevación nativa de los sentimientos y de las ideas».
    • Fuente: Antología
  • «La fortuna llovida del cielo corrompe y arruina. Es común la idea falsa de que la agricultura y la industria exigen para desenvolverse fuertes capitales. Lo contrario es lo cierto. Lo que dura y prospera y perdura es lo que nació humildemente y se fue nutriendo de su propia sustancia».
    • Fuente: Antología
  • «Las autoridades no son verdaderamente lo que deberían ser. De ellas suele partir el desorden y el peligro. A veces es necesario un motín para restablecer el orden».
    • Fuente: Antología
  • «La tortura ha desaparecido del Código. Cosa diferente es que desaparezca de las costumbres». [1]
  • «Los hombres se atan al cuello un pañuelo celeste o rojo, con lo cual se ahorran juiciosamente la molestia de inventar un programa».
    • Fuente: Antología
  • «Los que no comen del Estado sienten arder el patriotismo en sus venas, y se lanzan a la lucha». [2]
  • «Mientras el dolor no os abrase las entrañas, mientras un día de hambre y abandono –siquiera un día- no os haya devuelto a la vasta humanidad, no la comprenderéis». [3]
  • «No debemos juzgar su mal, debemos curarlo».
    • Fuente: Obras completas
  • «No es la razón, más o menos amueblada, sino la voluntad lo que hace marchar al mundo».
    • Fuente: El dolor paraguayo: lo que son los yerbales Página 72.
  • «No hagáis revoluciones políticas: ceded, aguardad, estudiad, meditad. Lo violento es estéril. Lo único seguro en una revolución es mancharse de sangre. Haced sí, revoluciones económicas. Que los que producen recojan el fruto de su labor. Expulsad, no al extranjero, importador de pensamientos, sino al burgués, exportador de oro, al que es extranjero en todas partes, y sobre todo en su propia patria».
    • Fuente: Antología Página 143.
  • «Se parecen tanto unos a otros los partidos, que la única manera de distinguirlos es ponerles un color».
    • Fuente: Obras completas Página 519.
  • «¡Siempre la habilísima estratagema de convertir en cuestiones de beneficencia las cuestiones de derecho!».
    • Fuente: Antología Página 149.
  • «Tenemos soldados para defender la patria, y principalmente para destrozarla de cuando en cuando».
    • Fuente: El dolor paraguayo: lo que son los yerbales Página 148.

De Mi anarquismo[editar]

  • «Es evidente que las leyes escritas no se parecen, ni por el forro, a las leyes naturales. ¡Valiente majestad la de esos pergaminos viejos que cualquier revolución quema en la plaza pública aventando las cenizas para siempre! Una ley que necesita del gendarme usurpa el nombre de ley. No es tal ley: es una mentira odiosa. Hace falta curarnos del respeto a la ley. La ley no es respetable. Es el obstáculo a todo progreso real. Es una noción que es preciso abolir. ¿Qué hacer? Educarnos y educar. Todo se resume en el libre examen. ¡Que nuestros niños examinen la ley y la desprecien!».
    • Fuente: Obras completas Página 510.
  • «Las leyes y las constituciones que por la violencia gobiernan a los pueblos son falsas. No son hijas del estudio y del común asenso de los hombres. Son hijas de una minoría bárbara, que se apoderó de la fuerza bruta para satisfacer su codicia y su crueldad».
    • Fuente: Obras completas Página 510.
  • «Los ignorantes se figuran que anarquía es desorden y que sin gobierno la sociedad se convertirá siempre en el caos. No conciben otro orden que el orden exteriormente impuesto por el terror de las armas».
    • Fuente: Obras completas Página 510.
  • «Me basta el sentido etimológico: 'ausencia de gobierno'. Hay que destruir el espíritu de autoridad y el prestigio de las leyes. Eso es todo».
    • Fuente: Obras completas Página 510.

Referencias[editar]

Bibliografía[editar]