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Proverbios árabes

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Proverbios, refranes y dichos de origen árabe

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«El ojo del sol no puede ser tapado por la mano».
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  • «Al perro que tiene dinero se le llama señor perro».[1]
  • «Aprender en la vejez es escribir en la arena, pero hacerlo en la juventud es grabar sobre piedra».[2]
  • «Aunque corriera una fuente de oro a la puerta de cada uno, los hombres no dejaría de luchar entre sí».[3]
  • «Cada cual está hecho para lo que ha sido creado».[4]
  • «Consulta siempre a tu mujer, y enseguida a tí mismo».[5]
  • «Cuando come la boca, el ojo se hace indulgente».[4]
  • «¿Cuándo será el fin del mundo? El día que yo muera».[4]
  • «Del árbol del silencio pende el fruto de la seguridad».[6]
  • «Dos espadas no caben en una misma vaina».[4]
  • «El asno que sufre corre más que el caballo».[7]
  • «El caballo trota según sea su dueño».[8]
  • «El clavo sostiene la herradura, la herradura al caballo, el caballo al hombre y el hombre el universo».[3]
  • «El corazón ve antes que el ojo».[4]
  • «El dinero es como la sombra que va y viene».[1]
  • «El exilio con riqueza es una patria y la patria con pobreza es un exilio».[1]
  • «El hombre no puede saltar fuera de su sombra».[9]
  • «El insecto silencioso, atraviesa las murallas».[4]
  • «El ojo del sol no puede ser tapado por la mano».[4]
  • «El olor de los niños viene del Paraíso».[3]
  • «El pobre es un extraño en su país».[1]
  • «El tesoro que no se gasta aprovecha poco».[10]
  • «El toro no se fatiga por llevar sus cuernos».[11]
  • «En la astucia de la mujer hay siempre dos astucias».[3]
  • «Hasta la gallina que bebe agua mira al cielo».[12]
  • «Hay demasiados caminos que llevan allí donde no está el corazón».[4]
  • «Hay dos clases de hombres. los que pueden ser venturosos y no lo son, y los que, sin encontrarla, no dejan de buscar la ventura».[13]
  • «La herida causada por una lanza puede curar, pero la causada por la lengua es incurable».[14]
  • «La jarra llena no resuena».[4]
  • «La muerte es un impuesto que pende sobre nuestras cabezas, y no hay otra salida que pagarlo».[15]
  • «Las moscas reconocen el rostro del lechero».[16]
  • «La verdad que daña es mejor que la mentira que alegra».[17]
  • «Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría».[18]
  • «Los conocimientos de los hombres son un tesoro; la palabrería de las mujeres, viento».[19]
  • «Los leones se preocupan de no beber allí donde lo hacen los perros».[20]
  • «Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego».[21]
  • «Mientras el hombre no tenga la cabeza rota, no todo está perdido para él».[3]
  • «Mil empleados que roban valen más que un socio que lleva los libros».[22]
  • «No alimentes demasiado a tu perro, pues te morderá; déjale tener hambre, y te seguirá».[23]
  • «No hay mayor soledad que la mala compañía».[4]
  • «Nuestra vida es como un puñado de nieve bajo el sol del verano».[24]
  • «Para amar bien a una mujer, es necesario amarla como si fuera a morir mañana».[25]
  • «Para gozar hay que comenzar por olvidar».[26]
  • «Para un colador no es un defecto tener agujeros».[4]
  • «Pídeles consejo a los viejos y los jóvenes, pero sigue tu propio sentido común».[27]
  • «Pregunta cuál es mi virtud y no el color de mi piel».[28]
  • «Prestar es como sembrar el odio».[4]
  • «Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál tiene que ser su destino».[29]
  • «Quien escupe no lame su saliva».[4]
  • «Quien ha comido una vez de tu comida, sentirá hambre al verte».[4]
  • «Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación».[30]
  • «Quien se empeña en darle una pedrada a la Luna no lo consegurá, pero terminará sabiendo manejar la honda».[31]
  • «Quien se enamora de las perlas, se lanza al mar».[32]
  • «Se ha sembrado el mañana, pero no ha brotado todavía». [33]
  • «Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo». [atribución en numerosos países y culturas]
  • «Siéntate inclinado y habla derecho».[4]
  • «Si la desgracia entrara en el mar, lo secaría».[4]
  • «Si la mujer comete adulterio, su marido tiene algo que ver en ello».[3]
  • «Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas».[34]
  • «Si no puedes entrar por la puerta del amor, entra por la del oro».[35]
  • «Si quieres vengarte de un hombre: regálale una mujer hermosa».[36]
  • «Si tienes mucho, da tus bienes; si tienes poco, da tu corazón».[37][38]
  • «Si un negocio te abruma al principio, empiézalo por el final».[39]
  • «Tiende tu mano, pero cuenta los dedos al retirarla».[4]
  • «Trabaja como si tuvieras que vivir siempre, y come como si tuvieras que morirte mañana».[40]
  • «Todo defecto que place al sultán, se convierte en una cualidad».[4]
  • «Una piedra lanzada por la mano de un amigo es como una flor».[41]
  • «Un benefactor es el que me hace bien, incluso aunque haga mal a todo el mundo».[42]
  • «Un dedo de más entorpece la mano».[4]
  • «Un extranjero es ciego, aunque vea».[4]
  • «Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo».[43]

Referencias

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  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Acerete (1967), pp. 94-6.
  2. Mackay, Alan L. Diccionario de citas científicas: la cosecha de una mirada serena. Ediciones de la Torre, 1992; pág. 37. ISBN 9788479600242.
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 3,5 3,6 Acerete (1967), pp. 46-7.
  4. 4,00 4,01 4,02 4,03 4,04 4,05 4,06 4,07 4,08 4,09 4,10 4,11 4,12 4,13 4,14 4,15 4,16 4,17 4,18 4,19 Acerete (1967), pp. 174-187.
  5. Orbaneja (1988), p. 353.
  6. Citado por Armando Palacio Valdés en Testamento literario; ed. Fax, (1949); p. 187.
  7. Acerete (1967), p. 31.
  8. Acerete (1967), p. 41.
  9. Citado por José Ortega y Gasset. 1941-1946 y Brindis y prólogos. Revista de Occidente, 1961; pág. 153.
  10. Señor (1997), p. 150.
  11. Acerete (1967), p. 32.
  12. Acerete (1967), p. 32.
  13. Giner (1967), p. 1663.
  14. Señor (1997), p. 339.
  15. Señor (1997), p. 387.
  16. Acerete (1967), p. 31.
  17. Señor (1997), p. 551.
  18. Señor (1997), p. 470.
  19. Orbaneja (1988), p. 353.
  20. Acerete (1967), p. 31.
  21. Vélez, Ana Cristina. Homo artisticus: una perspectiva biológico-evolutiva. Editorial Universidad de Antioquia, 2008. ISBN 9789587140897, p. 91.
  22. Señor (1997), p. 167.
  23. Orbaneja (1988), p. 353.
  24. Señor (1997), p. 575.
  25. Acerete (1967), p. 16.
  26. Goicoechea (1952), p. 363.
  27. Señor (1997), p. 100.
  28. Giner (1967), p. 1350.
  29. Señor (1997), p.14 .
  30. Goicoechea (1952), p. 421.
  31. Señor (1997), p. 339.
  32. Acerete (1967), p. 16.
  33. Bartra (datos.bne). Frases y citas célebres. Grijalbo. p. 10. ISBN 8425315263. 
  34. Acerete (1967), p. .
  35. Orbaneja (1988), p. 353.
  36. Orbaneja (1988), p. 353.
  37. Señor (1997), p. 118.
  38. Acerete (1967), p. 95.
  39. Señor (1997), p. 167.
  40. Señor (1997), p. 92.
  41. Señor (1997), p. 25.
  42. Señor (1997), p. 78.
  43. Señor (1997), p. 339.
  44. Señor (1997), p. 544.

Bibliografía

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  • Acerete, Julio C. (1967 1.ª ed.). Proverbios, adagios y refranes del mundo entero. Bruguera. 
  • Giner (José Luis Díaz y Vicente González 1967). Gran enciclopedia de frases célebres. Ediciones Giner. M.2003-1967. 
  • Goicoechea, Cesáreo (1995 7ª ed. 1955, 1962, 1970). Diccionario de citas. Dossat. 
  • Orbaneja, Eduardo (1998). El saber del pueblo. Establecimiento tipográfico de J. Pastor, Valladolid, 1890. CIE. p. 353. ISBN 8493001643. 
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe. ISBN 8423992543.