Jacques Monod

De Wikiquote, la colección libre de citas y frases célebres.
Jacques Monod

Véase también
Biografía en Wikipedia.
Multimedia en Wikimedia Commons.
Datos en Wikidata.
Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 48 años.
Dependiendo de cómo se publicaran, pueden estar protegidas por derechos de autor. Deben usarse según las políticas de licencias de Wikiquote.

Jacques Monod (París, 9 de febrero de 1910 – Cannes, Francia, 31 de mayo de 1976) fue un bioquímico francés, premio Nobel de Medicina en 1965.

Citas[editar]

  • «... La actitud científica implica lo que yo llamo el postulado de la objetividad - es decir, el postulado fundamental de que no hay un plan, de que no hay una intención en el universo. Ahora bien, esto es básicamente incompatible con prácticamente todas las religiones o cualquier otro sistema metafísico, todos los cuales tratan de mostrar que hay que algún tipo de armonía entre el hombre y el universo y que el hombre es un producto - predecible, si no imprescindible - de la evolución del universo».[1]
  • «La evolución en la biosfera es, por tanto, un proceso necesariamente irreversible que define una dirección en el tiempo]]; una dirección que es la misma impuesta por la ley de la entropía creciente, es decir, la segunda ley de la termodinámica. Esto es mucho más que una simple comparación: la segunda ley se basa en consideraciones idénticas a las que establecen la irreversibilidad de la evolución. De hecho, es legítimo considerar la irreversibilidad de la evolución como una expresión de la segunda ley en la biosfera».[2]
  • «(...) la invariante biológica fundamental es el ADN. Es por ello que la definición de gen de Mendel como el portador invariable de los rasgos hereditarios, su identificación química lograda por Avery (y confirmada por Hershey) y la elucidación de Watson y Crick acerca de las bases estructurales de su invariancia reiterativa constituyen sin lugar a dudas los descubrimientos más importantes jamás realizados en biología. A lo cual, obviamente, se debe añadir la teoría de la selección natural, cuya autenticidad y pleno significado pudieron ser confirmados por aquellos últimos descubrimientos.»[3]
  • «Recientes descubrimientos sobre la materia orgánica básica demuestran que todas las formas de vida son producto del azar puro, a través de una mutación impredecible, y de la necesidad o selección darwiniana. [...] Armados con todos los poderes, disfrutando de toda la riqueza que le deben a la ciencia, nuestras sociedades todavía están tratando de practicar y enseñar sistemas de valores ya destruidos desde sus raíces por esa misma ciencia. El hombre sabe, al final, que está solo en la inmensidad indiferente del universo, de donde ha emergido por evolución. Su deber, como su destino, no está escrito en ninguna parte».
    • Original: «Recent discoveries about basic organic matter demonstrate that all forms of life are the product of pure chance - through unpredictable mutation - and of necesity or Darwinian selection. [...] Armed with all the powers, enjoying all the wealth they owe to science our societies are still trying to practice and to teach systems of values already destroyed at the roots by that very science. Man knows at last he is alone in the indifferent inmensity of the universe, whence he has emerged by changed. His duty, like his fate, is written nowhere».
    • Fuente: University of California.[4]
  • «Sólo el azar está en el origen de toda innovación, de toda creación en la biosfera. El puro azar, la sola posibilidad, la libertad absoluta, absolutamente libre pero ciega, está en la raíz misma del prodigioso edificio de la evolución... Esta es hoy en día la única hipótesis concebible, la única que cuadra con los hechos observados y comprobados. Afirmar que la vida comenzó por la colisión accidental de partículas de ácido nucleico en la "sopa prebiótica"».[5]
  • «Todas las religiones, casi todas las filosofías, una parte de la ciencia, atestiguan el insaciable, heroico esfuerzo de la humanidad negando desesperadamente su propia contingencia».[6]
  • «Todo ser vivo es también un fósil. Dentro de él, todo el camino hasta la estructura microscópica de sus proteínas conserva las huellas y hasta los estigmas de su ascendencia».[2]
  • «Todo lo que se constata como veraz para E. coli también debe ser cierto para los elefantes».[7]
  • «Un proceso totalmente ciego, por definición, puede conducir a algo, incluso puede conducir a la misma visión».[8]

Citas sobre Jacques Monod[editar]

  • «Al igual que Agatha Christie, la Naturaleza lo guardó hasta el final para hacer la historia más emocionante. Hay dos maneras de salir de un callejón sin salida en la ciencia: experimentar o pensar. Por temperamento, tal vez, yo experimenté, mientras que Jacques Monod pensó».[9]

Referencias[editar]

  1. Citado en: John C. Hess, French Nobel Biologist Says World Based On Chance, New York Times (15 de marzo de 1971), 6.
  2. 2,0 2,1 Chance and Necessity: An Essay on the Natural Philosophy of Modern Biology, trad. Austryn Wainhouse (1972), 118.
  3. Bronowski, J. (1973/1979). El ascenso del hombre. Trad. Alejandro Ludlow Wiechers, Francisco Rebolledo López, Víctor M. Lozano, Efraín Hurtado y Gonzalo González Fernández. Londres/Bogotá: BBC/Fondo Educativo Interamericano.
  4. San Francisco Medical Center. Editores Geraldine O. Browning, Joseph L. Alioto, Seymour M. Farber. Ed. Fairleigh Dickinson Univ Press, 1973. ISBN 9780838612583.Teilhard de Chardin: in Quest of the Perfection of Man: An International Symposium, página 119
  5. Jacques Monod's Roulette, Jacques Monod (trad. Wainhouse) (1972), en Risk and Meaning, Nicolas Bouleau (trad. Dené Oglesby & Martin Crossley), ed. Springer, 2011 (ISBN 978-3-642-17646-3), p. 207.
  6. Jacques Monod, El azar y la necesidad, Tusquets Editores, 1981, pág. 53.
  7. Friedmann, Herbert Claus (2004). "From Butyribacterium to E. coli: An Essay on Unity" en: Biochemistry
 Perspectives in Biology and Medicine – Volumen nº 1, invierno de 2004, pp. 47–66.
  8. Jacques Monod: Chance and Necessity: An Essay on the Natural Philosophy of Modern Biology, (1972), 96.
  9. Max Ferdinand Perutz: The Second Secret of Life[I Wish I'd Made You Angry Earlier] (1998), 263-265.