«Amo el canto del cenzontle, pájaro de cuatrocientas voces, amo el color del jade, y el enervante perfume de las flores. Pero amo más a mi hermano el hombre».
«¿Cómo ha de actuar mi corazón¿?Acaso en vano venimos a vivir, a brotar sobre la tierra».
«Como una pintura nos iremos borrando. Como una flor, hemos de secarnos sobre la tierra, cual ropaje de plumas del quetzal, del zacuan, del asulejo, iremos pereciendo».
«Lo de esta vida es prestado, que en un instante lo hemos de dejar como otros lo han dejado».
«Que tu corazón se enderece; aquí nadie vivirá para siempre».
«Si yo nunca muriera, si nunca desapareciera. Allá donde no hay muerte, allá donde ella es conquista, que allá vaya yo».
«Todo lo que es verdadero (lo que tiene raíz), dicen que no es verdadero (que no tiene raíz)».