Marcelino Champagnat
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Marcellin Joseph Benoît Champagnat Chirat | |||||||||||
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![]() «El espíritu de una escuela marista es el espíritu de familia». |
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Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 181 años. | |||||||||||
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Marcellin Joseph Benoît Champagnat Chirat (n. Marlhes, Loira; 20 de mayo de 1789 - m. Saint-Chamond; 6 de junio de 1840) fue un sacerdote francés, fundador de los Hermanos Maristas.
Citas[editar]
Sobre los niños y jóvenes[editar]
- «Si tenéis la dicha de grabar en el corazón de los niños y de los jóvenes el amor y la confianza en la Virgen María, habéis asegurado su salvación».
- «Enseñar a un niño una lección del catecismo, una oración como el padrenuestro o el avemaría, es una acción mucho mayor y más meritoria a los ojos de Dios que ganar una batalla».
- «No puedo ver a un niño o a un joven sin sentir profundas ganas de gritarle lo hermoso que es vivir y el gran amor que el Padre Dios nos tiene».
- «He ahí un corazón creado a imagen de Dios, salvado con la sangre de Jesús y destinado a ser inmensamente feliz; sin embargo, tal vez ese niño ignore esas verdades y nadie se preocupe de enseñárselas».
Sobre los más necesitados[editar]
- «Nos comprometemos a instruir gratuitamente a todos los niños pobres que nos presente el señor párroco».
- «Dios nos envía a esos niños y nos concede la gracia de acogerlos; ya nos enviará con qué alimentarlos».
- «La roca que ha de servir de fundamento a una congregación es la pobreza y las contradicciones. Ahora bien, a Dios gracias, tenemos abundancia de ambas cosas: todo lo cual me da pie para creer que edificamos con solidez y que Dios nos ha de bendecir».
- «El niño pobre ha de ocupar un puesto en la escuela, no según su condición y fortuna, sino según su capacidad. Ha de poder, si sus actitudes se lo permiten, seguir todos los grados, competir con el rico, ocupar un puesto a su lado y aún sobrepasarle».
Sobre la educación[editar]
- «La buena educación de los niños pide que se les ame, y se les ame a todos por igual. Ahora bien, esto supone la entrega absoluta a su formación y el uso de cuantos medios pueda sugerir un entusiasmo habilidoso para infundirles la piedad y la virtud».
- «La educación es para el niño lo que el cultivo para el campo.Por muy bueno que éste sea, si se deja de arar, no produce más que zarzas y malas hierbas».
- «El espíritu de una escuela marista es el espíritu de familia».
- «El carácter más apropiado para educar humana y cristianamente a los niños y jóvenes es el que reúne la jovialidad, la afabilidad y la constancia que sólo se hallan en un corazón humilde y bondadoso».
- «Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús».
Sobre María[editar]
- «La devoción a María gusta de difundirse y quien no intenta comunicarla y tiene poco entusiasmo y poder no tienen límites, y el tesoro de sus regalos demuestra que carece de tan preciosa devoción».
- «María no se queda con nada: cuando la servimos, cuando nos consagramos a ella, nos recibe para entregarnos a Jesús y llenarnos de Jesús».
- «Ya sabéis a quién hemos de pedir esas gracias, a nuestro Recurso Ordinario. No temamos acudir a ella demasiado a menudo, pues su bondad es inagotable».
- «Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús».
- «Vamos juntos con María a una tierra nueva».
Sobre el amor a Jesús[editar]
- «Ver ofender a Dios, y ver que los hombres pierden su esperanza y su amor, son para mí dos cosas insoportables y que me parten el corazón».
- «Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús».
- Nota: Esta frase fue la regla de conducta de Marcelino en toda su vida.
- «Darle a conocer a Jesucristo y hacerle amar es el fin de vuestra vocación y el porqué de nuestro instituto».
- «Pido también a Dios y deseo con toda mi alma que siempre os sintáis en presencia de Dios, porque esto anima la oración y hace crecer todas las virtudes».
- «No lo olvidemos: con Jesús lo tenemos todo, y sin Jesús no tenemos nada».
Sobre los maristas[editar]
- «Cuesta vivir como buen religioso pero la gracia de Dios lo suaviza todo».
- «Ojalá se pueda decir de los hermanos maristas como de los primeros cristianos: "Mirad cómo se aman"».
- «Si supiéramos lo mucho que Jesucristo ama a los niños y jóvenes y el ansia con que desea su alegría y su búsqueda del amor que él les tiene, en lugar de considerar penosa la enseñanza y de quejamos de lo que nos cuesta, estaríamos dispuestos a sacrificar la vida en este esfuerzo».
- «¡Cuántas cosas haría usted si tuviese algunos cientos de miles de francos!, le dijo un día un amigo al ver cómo progresaba el instituto. Y Marcelino respondió: Si Dios nos envía cincuenta buenos hermanos, las haría mayores y mejores; lo que nos falta no es dinero, sino buenos hermanos. Una comunidad es suficientemente rica cuando sus miembros son buenos, y eso es lo que pido a Dios todos los días».
- «Es costoso vivir como buen religioso, pero la gracia y el amor de Dios lo pueden todo y lo llenan todo de gran felicidad. Qué consuelo y qué paz da morir en brazos de María y en su familia».
- «¡Qué sabio y feliz es aquel que procura ser ahora como desea que Dios lo encuentre en su última hora!».