Francisco Guerra Navarro
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Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 62 años. | |||||||||||
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Francisco Guerra Navarro (San Bartolomé de Tirajana, Gran Canaria, 11 de junio de 1909-Madrid, 3 de agosto de 1961), conocido como Pancho Guerra, fue un escritor y periodista español.
Citas[editar]
Memorias de Pepe Monagas (1958)[editar]
- «Esta [carta] es para desirle, y dejamos el caroso por el grano, que su emperrado antojo para que escribiera sobre pasos y andansas de mi vida, cayó con suertilla, pues si yo no me hubiera visto abacorado por estos dolores de presa, que tan a mano metida me han redusio, usté se hubiera quedado sin los escritos, y al cabo, también la “posteridad” esa de que usté hablaba en sus cartas pidiéndomelos como un descosido; […]»
- Carta que, a modo de prólogo, le escribe el personaje Pepe Monagas al autor, Pancho Guerra.
- «Estos pasos y andanzas que para principiar voy a contarle, remontándome en el tiempo – “cangregiando”, hubiera dicho maestro Pepe Quintana -, y que abren boca, conforme también me pidió usted al embullarme para que escribiera mis memorias, acaecieron pues, bastante antes de que de que a mí me botaran en este puñetero mundo.»
- Página 15.
- «El “cho Regorio”, al que conocieron más y mejor por el dichete de “Sanana”, nació, vivió y tumbó para las Plataneras, fijo en aquello de “ni subo, ni bajo ni aquí me quedo”. No una bordada, ni tan siquiera un repiquete alteró sus setenta años bien metidos.»
- Página 16, hablando el personaje de su abuelo materno.
- «Contaban - la cosa tiene visos de chascarrillo, pero la borda de realce - que cuando el abuelo le dijo a "la Cordera" [su abuela): "Que estu, que digo, Candelaria, que yo..., que vía pensao asín como de casalos, o eso, yo y tú", ella, sin reparar en lo "o eso" - que seguro que hubiera brincado a tiquismiquis entre gente de la Ciudad, inclusive de fuera del Gabinete - hincó la barbilla en la caja del pecho, dio un pugidito que quería decir "bueno", se disblusó sobre un arcón de tea hasta dejarlo ráido de lienzos y camisones y cogió el camino de la iglesia sin más palabras de acá ni de allá. Y cuando no poder ya ni arrastrarla, el soltó la chola a los pies del catre y la llamó y le dijo: "Que estu, que digu, Candelaria, pues que estu que me voy a morir: Aquí te queas: Mira lo qui hases", ella le respondió, al pie de otro pugidito:"Ta bien, Regorio, que arresinu con la voluntá del Seño; pero siempre te he seguío, que tú bien lo sabes, y ahora también te caigo atrás".»
- Páginas 16 - 17.
- «Se pegó a bailar formal, como pasa siempre, hasta que la diversión remonta los lomos de la baladera. De mandador – emperróse en ello y no hubo quien lo desistiera – se plantó mi suegro. El hombre no estaba ya para encargos de compromiso, como son estos de patronear un baile en casa chica y con mucho galión apetitoso. Encima, él había calado a modo de fonil, desde por la mañana y mixturando, con lo cual no lo respetaban ni los más pendejos.»
- Página 426, describiendo el baile de su boda.
Referencias[editar]
Bibliografía[editar]
- Guerra, Pancho (1958). Memorias de Pepe Monagas. Editorial Artes gráficas Ibarra, S.A.