Diferencia entre revisiones de «René Descartes»

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* «Apenas hay algo dicho por uno cuyo opuesto no sea afirmado por otro».<ref>{{Versalita|Descartes}}, Rene. ''Diccionario de sabiduría''. Editorial Aguilar. Madrid, 1963, p. 619.</ref><ref>{{Versalita|Gutiérrez}}, Carlos B. ''Ensayos hermenéuticos''. Siglo XXI, 2008. ISBN 978-60-73000-12-3, p. 81.</ref>
* «Apenas hay algo dicho por uno cuyo opuesto no sea afirmado por otro».<ref>{{Versalita|Descartes}}, Rene. ''Diccionario de sabiduría''. Editorial Aguilar. Madrid, 1963, p. 619.</ref><ref>Refiriéndose a la filosofía, según {{Versalita|Gutiérrez}}, Carlos B. ''Ensayos hermenéuticos''. Siglo XXI, 2008. ISBN 978-60-73000-12-3, p. 81. </ref>
** Nota: Refiriéndose a la filosofía.


* «Así, cuando pienso tan sólo sobre Dios y me concentro en Él solamente, no encuentro ninguna causa de error o falsedad; pero cuando me vuelvo a mí mismo, me doy cuenta de que estoy sujeto, sin embargo, a innumerables errores».<ref>{{Versalita|Descartes}}, René. ''Meditaciones Metafísicas. Iniciación filosófica'', p. 112. Editorial Libresa, 1995. ISBN 978-99-78802-64-9.</ref>
* «Así, cuando pienso tan sólo sobre Dios y me concentro en Él solamente, no encuentro ninguna causa de error o falsedad; pero cuando me vuelvo a mí mismo, me doy cuenta de que estoy sujeto, sin embargo, a innumerables errores».<ref>{{Versalita|Descartes}}, René. ''Meditaciones Metafísicas. Iniciación filosófica'', p. 112. Editorial Libresa, 1995. ISBN 978-99-78802-64-9.</ref>


* «Así, toda la [[filosofía]] es como un [[árbol]], cuyas raíces son la [[metafísica]], el tronco es la [[física]], y las ramas que salen de ese tronco son todas las demás [[ciencias]], que se reducen a tres principales, a saber, la [[medicina]], la [[mecánica]] y la [[moral]]; entiendo que la moral es la más alta y la más perfecta, que, presuponiendo un total [[conocimiento]] de las demás, es el último grado de la [[sabiduría]]».<ref>{{Versalita|Morillo-Velarde}}, Diego. [https://books.google.es/books?id=0eCVDd4Xcn4C&pg=PA44&dq=descartes+%22%C3%A1rbol+del+conocimiento%22&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwif4NLC-e3iAhUHyxoKHXQWDRQQ6AEIKDAA#v=onepage&q=%C3%A1rbol%20del%20conocimiento%22&f=false ''René Descartes'', p. 146.] EDAF, 2001. En ''Google Libros''. Consultado el 16 de junio de 2019.</ref>
* «Así, toda la [[filosofía]] es como un [[árbol]], cuyas raíces son la [[metafísica]], el tronco es la [[física]], y las ramas que salen de ese tronco son todas las demás [[ciencias]], que se reducen a tres principales, a saber, la [[medicina]], la [[mecánica]] y la [[moral]]; entiendo que la moral es la más alta y la más perfecta, que, presuponiendo un total [[conocimiento]] de las demás, es el último grado de la [[sabiduría]]».<ref>{{Versalita|Morillo-Velarde}}, Diego. Descarte: ''Principios de la filosofía''; EDAF, 2001;[https://books.google.es/books?id=0eCVDd4Xcn4C&pg=PA44&dq=descartes+%22%C3%A1rbol+del+conocimiento%22&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwif4NLC-e3iAhUHyxoKHXQWDRQQ6AEIKDAA#v=onepage&f=false p. 146.] En ''Google Libros''. Consultado el 16 de junio de 2019.</ref>
** ''Principios de la filosofía''


* «Con frecuencia una falsa alegría vale más que una tristeza cuya causa es verdadera».<ref> {{Versalita|Ortega Blake}}, Arturo. ''El gran libro de las frases célebres''. Penguin Random House Grupo Editorial México, 2013. ISBN 978-60-73116-31-2.</ref>
* «Con frecuencia una falsa alegría vale más que una tristeza cuya causa es verdadera».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. .</ref>


* «Conducir con orden mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos, y suponiendo incluso un orden entre ellos que no se parecen naturalmente unos a otros».<ref>{{Versalita|Xirau}}, Ramón. ''Introducción a la historia de la filosofía''. Editorial UNAM, 2000. ISBN 978-96-8368-036-5, p. 217.</ref>
* «Conducir con orden mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos, y suponiendo incluso un orden entre ellos que no se parecen naturalmente unos a otros».<ref>{{Versalita|Xirau}}, Ramón. ''Introducción a la historia de la filosofía''. Editorial UNAM, 2000. ISBN 978-96-8368-036-5, p. 217.</ref>
** Fuente: ''Descartes, René. El discurso del método''. Editorial MAXTOR, 2008. ISBN 978-84-97619-85-1. p. 24.
** En ''El discurso del método''. Ed. Maxtor, 2008. ISBN 978-84-97619-85-1. p. 24.


* «Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro».<ref> {{Versalita|Comino Delgado}}, Rafael. ''Reflexiones para el camino''. Editorial Punto Rojo Libros, 2014. ISBN 978-16-29346-99-1, p. 43.</ref><ref>{{Versalita|Palomo Triguero}}, Eduardo. ''Cita-logía'', p. 253. Editorial Punto Rojo Libros, S.L. ISBN 978-84-16068-10-4.</ref>
* «Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 253.</ref>


* «El que emplea demasiado [[tiempo]] en viajar acaba por tornarse extranjero en su propio país».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 158.</ref><ref>{{Versalita|Descartes}} (2008), p. 8.</ref>
* «Debemos creer todo lo que Dios ha revelado, aunque pueda superar el alcance de nuestras facultades».
** Fuente: ''Principios de filosofía'': De los principios del conocimiento humano, XXV.


* «Divide las dificultades que examinas en tantas partes como sea posible para su mejor solución».<ref>{{Versalita|Martin Calle}}, Alejandro. Editorial Palibrio, 2013. ISBN 978-14-63325-82-4, p. 108.</ref>


* «Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros, o ir por el buen camino».<ref>{{Versalita|Aceves Giacinti}}, Sara. ''En Búsqueda del Paraso''. Editorial Palibrio, 22 jul. 2016. ISBN 978-15-06514-79-6.</ref>


* «El que emplea demasiado [[tiempo]] en viajar acaba por tornarse extranjero en su propio país».<ref name=paltri> {{Versalita|Palomo Triguero}}, Eduardo. ''Cita-logía'', p. 158. Editorial Punto Rojo Libros, S.L. ISBN 978-84-16068-10-4.</ref>
** Fuente: René Descartes. ''El discurso del método''. Editorial MAXTOR, 2008. ISBN 978-84-97619-85-1, p. 8.


* «Pienso, luego existo». [''Je pense, donc je suis''].
* «La duda es el principio de la sabiduría».
** Original: ''Dubium sapientiae initium''.
** Fuente: De su libro ''[[w:Meditaciones metafísicas|Meditaciones metafísicas]]'' (1641).
** Notas: Algunas fuentes citan dicha frase como «La duda sistemática como principio del conocimiento».{{Cita requerida}}
** Notas: La atribución de la expresión no es pacífica. Unos autores la conceden a Aristóteles, como Eduardo Palomo Triguero<ref name=paltri/> y Gabriel Bello Martínez<ref>{{Versalita|Bello Martínez}}, Gabriel. Palibrio, 2014 No te quedes con la duda; ¡Pregúntale al psicólogo! ISBN 978-14-63393-50-.2</ref>; otros por el contrario a M. Scott Peck, como Alejandro Lambarri<ref>{{Versalita|Lambarri}}, Alejandro. ''La Mano Maestra La Guía de los Grandes: La sabiduría que te guiará y te protegerá'', p. 239. Editorial Palibrio, 2011 ISBN 978-14-63308-98-8.</ref>

* «Pienso, luego existo».
** Original: «Je pense, donc je suis».
** Fuente: ''[[w:Discurso del Método|Discurso del Método]]'' (1637).
** Fuente: ''[[w:Discurso del Método|Discurso del Método]]'' (1637).


* «Pues, ¿cómo sería posible que yo pudiera conocer que dudo y que deseo, es decir, que me falta algo y que no soy completamente perfecto, si no tuviera en mí una idea de un ser más perfecto que yo, en comparación con el cual conociera los defectos de mi naturaleza?».<ref>{{Versalita|Descartes}}, René. ''Meditaciones Metafísicas. Iniciación filosófica''. Editorial Libresa, 1995. ISBN 978-99-78802-64-9. p. 101.</ref>
* «Pues, ¿cómo sería posible que yo pudiera conocer que dudo y que deseo, es decir, que me falta algo y que no soy completamente perfecto, si no tuviera en mí una idea de un ser más perfecto que yo, en comparación con el cual conociera los defectos de mi naturaleza?».<ref>{{Versalita|Descartes}}, René. ''Meditaciones Metafísicas. Iniciación filosófica''. Libresa, 1995. ISBN 978-99-78802-64-9. p. 101.</ref>


* «Todo lo que clara y distintamente conocemos como perteneciente a la naturaleza de una cosa, podemos afirmarlo igualmente con verdad de esta cosa. Como la existencia pertenece a la naturaleza de Dios, podemos percibirla clara y distintamente».<ref>{{Versalita|Grondin}}, Jean. ''Introducción a la metafísica''. Herder Editorial, 2014. ISBN 9788425433535.</ref>
* «Todo lo que clara y distintamente conocemos como perteneciente a la naturaleza de una cosa, podemos afirmarlo igualmente con verdad de esta cosa. Como la existencia pertenece a la naturaleza de Dios, podemos percibirla clara y distintamente».<ref>{{Versalita|Grondin}}, Jean. ''Introducción a la metafísica''. Herder Editorial, 2014. ISBN 9788425433535.</ref>

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René Descartes
«Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro»
«Daría todo lo que por la mitad de lo que ignoro»
Véase también
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Obras en Wikisource.
Obras en Cervantes Virtual.
Obras en el Proyecto Gutenberg (inglés).
Datos en Wikidata.
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Principia philosophiae, 1685

René Descartes (La Haye en Touraine, actual Descartes, 31 de marzo de 1596-Estocolmo, 11 de febrero de 1650) fue un filósofo, matemático y científico francés.

Citas

  • «Apenas hay algo dicho por uno cuyo opuesto no sea afirmado por otro».[1][2]
  • «Así, cuando pienso tan sólo sobre Dios y me concentro en Él solamente, no encuentro ninguna causa de error o falsedad; pero cuando me vuelvo a mí mismo, me doy cuenta de que estoy sujeto, sin embargo, a innumerables errores».[3]
  • «Con frecuencia una falsa alegría vale más que una tristeza cuya causa es verdadera».[5]
  • «Conducir con orden mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos, y suponiendo incluso un orden entre ellos que no se parecen naturalmente unos a otros».[6]
  • «Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro».[7]
  • «El que emplea demasiado tiempo en viajar acaba por tornarse extranjero en su propio país».[8][9]



  • «Pues, ¿cómo sería posible que yo pudiera conocer que dudo y que deseo, es decir, que me falta algo y que no soy completamente perfecto, si no tuviera en mí una idea de un ser más perfecto que yo, en comparación con el cual conociera los defectos de mi naturaleza?».[10]
  • «Todo lo que clara y distintamente conocemos como perteneciente a la naturaleza de una cosa, podemos afirmarlo igualmente con verdad de esta cosa. Como la existencia pertenece a la naturaleza de Dios, podemos percibirla clara y distintamente».[11]

Citas sobre Descartes

  • «Descartes escribe, no como un maestro, sino como un descubridor y explorador, afanoso por comunicar lo que ha encontrado. Su estilo es fácil y sin pedantería, dirigido a los hombres inteligentes del mundo más que a discípulos. Es una gran suerte para la filosofía moderna que su precursor tuviera tan admirable sentido literario».

Referencias

  1. Descartes, Rene. Diccionario de sabiduría. Editorial Aguilar. Madrid, 1963, p. 619.
  2. Refiriéndose a la filosofía, según Gutiérrez, Carlos B. Ensayos hermenéuticos. Siglo XXI, 2008. ISBN 978-60-73000-12-3, p. 81.
  3. Descartes, René. Meditaciones Metafísicas. Iniciación filosófica, p. 112. Editorial Libresa, 1995. ISBN 978-99-78802-64-9.
  4. Morillo-Velarde, Diego. Descarte: Principios de la filosofía; EDAF, 2001;p. 146. En Google Libros. Consultado el 16 de junio de 2019.
  5. Ortega (2013), p. .
  6. Xirau, Ramón. Introducción a la historia de la filosofía. Editorial UNAM, 2000. ISBN 978-96-8368-036-5, p. 217.
  7. Palomo (2013), p. 253.
  8. Palomo (2013), p. 158.
  9. Descartes (2008), p. 8.
  10. Descartes, René. Meditaciones Metafísicas. Iniciación filosófica. Libresa, 1995. ISBN 978-99-78802-64-9. p. 101.
  11. Grondin, Jean. Introducción a la metafísica. Herder Editorial, 2014. ISBN 9788425433535.
  12. Botero Camacho, Manuel José. «Sueño luego existo.» Anales de Literatura Hispanoamericana, 2005, 34, 179-195. En Google Libros. Consultado el 13 de junio de 2019.
  13. Bergamini, David, et al. Mathematics, p. 83. Time Inc., 1973.