Diferencia entre revisiones de «Georg Christoph Lichtenberg»

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* «».<ref name="amat440-1">{{Versalita|Amate}} (2017), p. 440-1.</ref>
* «A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p.126 </ref><ref name="amat440-1"/>
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* «Amarse a sí mismo al menos tiene una ventaja: no hay muchos rivales».<ref name="amat440-1"/>

* «A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p.126 </ref>


* «Antes de censurar, siempre habría que ver si no se puede disculpar».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 110.</ref>
* «Antes de censurar, siempre habría que ver si no se puede disculpar».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 110.</ref>


* Como todas las sustancias corrosivas, el ingenio y el humor tienen que utilizarse con cautela.
* «Como todas las sustancias corrosivas, el ingenio y el humor tienen que utilizarse con cautela».<ref name="amat442-3"/>


* «Concede a tu espíritu el hábito de la [[duda]], y a tu corazón, el de la [[tolerancia]]».<ref>{{Versalita|Palomo}} (1997), p. 121.</ref>
* «Concede a tu espíritu el hábito de la [[duda]], y a tu corazón, el de la [[tolerancia]]».<ref>{{Versalita|Palomo}} (1997), p. 121.</ref>


* «Cuando una [[beata]] se casa con un beato, el resultado no es siempre una pareja beatífica».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 421.</ref>
* «Cuando una [[beata]] se casa con un beato, el resultado no es siempre una pareja beatífica».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 421.</ref><ref name="amat442-3">{{Versalita|Amate}} (2017), p. 442-3.</ref>

* «Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto».<ref name="amat440-1">{{Versalita|Amate}} (2017), p. 440-1.</ref>


* «¡Cuán felices vivirían muchos si se preocuparan menos de las cosas ajenas y más de las propias!». <ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 1746.</ref>
* «¡Cuán felices vivirían muchos si se preocuparan menos de las cosas ajenas y más de las propias!». <ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 1746.</ref>


* El amor es ciego, pero el matrimonio le restaura la vista.
* «El amor es ciego, pero el [[matrimonio]] le restaura la vista».<ref name="amat440-1"/>


* El amor es un negocio en el que las dos partes salen ganando.
* «El amor es un negocio en el que las dos partes salen ganando».<ref name="amat440-1"/>


* «El buen sentido en la juventud es tan raro como el hielo en primavera».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 175.</ref>
* «El buen sentido en la juventud es tan raro como el hielo en primavera».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 175.</ref>


* «El [[orden]] conduce a todas las virtudes. ¿Pero qué conduce al orden?».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p.426</ref><ref name="amat440-1"/>
* El grado más alto hasta donde puede elevarse un espíritu mediocre, pero provisto de experiencia, es el talento de descubrir las debilidades de los hombres que valen más que él.


* «El [[orden]] conduce a todas las virtudes. ¿Pero qué conduce al orden?».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p.426</ref>
* «El renombre y el descanso no compaginan».<ref>{{Versalita|Palomo}} (1997), p. 61.</ref><ref name="amat440-1"/>


* «El renombre y el descanso no compaginan».<ref>{{Versalita|Palomo}} (1997), p. 61.</ref>
* «El [[sabios y necios|sabio]] busca la sabiduría; el necio la ha encontrado».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 468.</ref><ref name="amat440-1"/>


* «El sentimiento de la salud se adquiere solamente mediante la enfermedad».<ref name="amat442-3"/>
* «El [[sabios y necios|sabio]] busca la sabiduría; el necio la ha encontrado».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 468.</ref><ref>{{Versalita|Amate}} (2017), p. .</ref>

* El sentimiento de la salud se adquiere solamente mediante la enfermedad.


* «El único defecto de los libros verdaderamente buenos es que casi siempre dan origen a una multitud de libros malos».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 2461.</ref>
* «El único defecto de los libros verdaderamente buenos es que casi siempre dan origen a una multitud de libros malos».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 2461.</ref>
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* «Hay gente que cree que todo cuanto se hace poniendo cara seria es razonable».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 94.</ref>
* «Hay gente que cree que todo cuanto se hace poniendo cara seria es razonable».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 94.</ref>


* «La enfermedad es la mayor imperfección del hombre».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 473.</ref>
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* «La [[inflación]] es como el pecado: cada gobierno la denuncia, pero ninguno la practica».<ref name="amat440-1">{{Versalita|Amate}} (2017), p. 440-1.</ref>


* La moderación presupone el placer; la abstinencia, no. Por eso hay más abstemios que moderados».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 200.</ref>
* La moderación presupone el placer; la abstinencia, no. Por eso hay más abstemios que moderados».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 200.</ref>


* «La [[ocasión]] hace al ladrón, pero también a los grandes hombres».<ref>{{Versalita|Palomo}} (2013), p. 213.</ref>
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* La sinceridad abofetea a la gratitud en plena cara.


* «La verdadera historia no es la de las masas sino la de los hombres de genio».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p.2091</ref>
* «La verdadera historia no es la de las masas sino la de los hombres de genio».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p.2091</ref>


* «Los grandes hombres también yerran, y algunos con tanta frecuencia que casi se caería en la tentación de considerarlos 'pequeños'».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 198.</ref>
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* «Los relojes de arena no sólo recuerdan la veloz huida del tiempo, sino tambien el polvo en el que alguna vez nos convertiremos».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 511.</ref>
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* «Los santos esculpidos han ejercido en el mundo mucha mayor influencia que los vivos».<ref name="amat440-1"/>


* «Llovió tan fuerte que todos los [[cerdo]]s se lavaron y todos los hombres se emporcaron».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 393.</ref>
* «Llovió tan fuerte que todos los [[cerdo]]s se lavaron y todos los hombres se emporcaron».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 393.</ref>
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* «Nada nos hace envejecer con mayor rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 176.</ref>
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* No es que los oráculos hayan dejado de hablar, sino que los hombres han dejado de escucharlos.
* «No es que los oráculos hayan dejado de hablar, sino que los hombres han dejado de escucharlos».<ref name="amat440-1"/>


* «No se duerme para dormir, sino para [[trabajar]]».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 524.</ref>
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* «Por lo menos una vez al año todo el mundo es un [[genio]]».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. .</ref>
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* «Quien busque la [[injusticia]] no necesitará lámpara».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 299.</ref>
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* «Quien tiene menos de lo que desea, ha de saber que tiene más de lo que vale».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 136.</ref>
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* «Se ahoga más gente en los vasos que en los ríos».<ref name="amat440-1"/>
* Si la razón, hija del cielo, pudiera opinar de belleza, la única fealdad sería la enfermedad.

* «Si la razón, hija del cielo, pudiera opinar de belleza, la única fealdad sería la enfermedad».<ref name="amat442-3"/>


* «Tales obras son como espejos: si se mira un mono es imposible que se refleje un apóstol».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 2458.</ref>
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* «Todo no puede funcionar a la perfección en el mundo, pues a los hombres aún hay que gobernarlos con engaños».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 246.</ref>
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* «Todos nos equivocamos, pero cada cual lo hace a su modo».<ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 1532.</ref>


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* Tres agudezas y una mentira hacen hoy en día a un escritor.


* «Tres agudezas y una mentira hacen hoy en día a un escritor».<ref name="amat442-3"/>
* Un libro es una especie de espejo, cuando un mono se mira en él, no descubre la imagen de un apóstol.


* «Vivimos en un mundo en el que un loco hace muchos locos, mientras que un sabio hace pocos sabios».<ref>{{Versalita|Señor}} (1997), p. 468.</ref><ref>{{Versalita|Ortega}} (2013), p. 2503.</ref>
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== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 11:44 16 jun 2020

Georg Christoph Lichtenberg

Véase también
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Georg Christoph Lichtenberg (Ober-Ramstadt, 1 de julio de 1742 – Gotinga, 24 de febrero de 1799) fue un científico y escritor alemán.

Citas

  • «A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores».[1][2]
  • «Amarse a sí mismo al menos tiene una ventaja: no hay muchos rivales».[2]
  • «Antes de censurar, siempre habría que ver si no se puede disculpar».[3]
  • «Como todas las sustancias corrosivas, el ingenio y el humor tienen que utilizarse con cautela».[4]
  • «Concede a tu espíritu el hábito de la duda, y a tu corazón, el de la tolerancia».[5]
  • «Cuando una beata se casa con un beato, el resultado no es siempre una pareja beatífica».[6][4]
  • «Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto».[2]
  • «¡Cuán felices vivirían muchos si se preocuparan menos de las cosas ajenas y más de las propias!». [7]
  • «El amor es ciego, pero el matrimonio le restaura la vista».[2]
  • «El amor es un negocio en el que las dos partes salen ganando».[2]
  • «El buen sentido en la juventud es tan raro como el hielo en primavera».[8]
  • «El orden conduce a todas las virtudes. ¿Pero qué conduce al orden?».[9][2]
  • «El renombre y el descanso no compaginan».[10][2]
  • «El sabio busca la sabiduría; el necio la ha encontrado».[11][2]
  • «El sentimiento de la salud se adquiere solamente mediante la enfermedad».[4]
  • «El único defecto de los libros verdaderamente buenos es que casi siempre dan origen a una multitud de libros malos».[12]
  • «Es casi imposible llevar la antorcha de la verdad a través de una multitud sin chamuscarle la barba a alguien».[13]
  • «Hay gente que cree que todo cuanto se hace poniendo cara seria es razonable».[14]
  • «La enfermedad es la mayor imperfección del hombre».[15][4]
  • «La inflación es como el pecado: cada gobierno la denuncia, pero ninguno la practica».[2]
  • La moderación presupone el placer; la abstinencia, no. Por eso hay más abstemios que moderados».[16]
  • «La ocasión hace al ladrón, pero también a los grandes hombres».[17][4]
  • «La verdadera historia no es la de las masas sino la de los hombres de genio».[18]
  • «Los grandes hombres también yerran, y algunos con tanta frecuencia que casi se caería en la tentación de considerarlos 'pequeños'».[19][4]
  • «Los relojes de arena no sólo recuerdan la veloz huida del tiempo, sino tambien el polvo en el que alguna vez nos convertiremos».[20][2]
  • «Los santos esculpidos han ejercido en el mundo mucha mayor influencia que los vivos».[2]
  • «Llovió tan fuerte que todos los cerdos se lavaron y todos los hombres se emporcaron».[21]
  • «Muchos hombres ven la virtud más en el arrepentimiento de los pecados que en el hecho de evitarlos».[22]
  • «Nada nos hace envejecer con mayor rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos».[23]
  • «No es que los oráculos hayan dejado de hablar, sino que los hombres han dejado de escucharlos».[2]
  • «Para la mayoría de la gente, dudar de una cosa es simplemente creer ciegamente en otra».[25]
  • «Por lo menos una vez al año todo el mundo es un genio».[26]
  • «Quien tiene menos de lo que desea, ha de saber que tiene más de lo que vale».[28][2]
  • «Se ahoga más gente en los vasos que en los ríos».[2]
  • «Si la razón, hija del cielo, pudiera opinar de belleza, la única fealdad sería la enfermedad».[4]
  • «Tales obras son como espejos: si se mira un mono es imposible que se refleje un apóstol».[29]
  • «Todo no puede funcionar a la perfección en el mundo, pues a los hombres aún hay que gobernarlos con engaños».[30][2]
  • «Todos nos equivocamos, pero cada cual lo hace a su modo».[31][4]
  • «Tres agudezas y una mentira hacen hoy en día a un escritor».[4]
  • «Vivimos en un mundo en el que un loco hace muchos locos, mientras que un sabio hace pocos sabios».[32][33][2]

Referencias

  1. Palomo (2013), p.126
  2. 2,00 2,01 2,02 2,03 2,04 2,05 2,06 2,07 2,08 2,09 2,10 2,11 2,12 2,13 2,14 2,15 Amate (2017), p. 440-1.
  3. Señor (1997), p. 110.
  4. 4,00 4,01 4,02 4,03 4,04 4,05 4,06 4,07 4,08 4,09 Amate (2017), p. 442-3.
  5. Palomo (1997), p. 121.
  6. Señor (1997), p. 421.
  7. Ortega (2013), p. 1746.
  8. Señor (1997), p. 175.
  9. Señor (1997), p.426
  10. Palomo (1997), p. 61.
  11. Señor (1997), p. 468.
  12. Ortega (2013), p. 2461.
  13. Señor (1997), p. 550.
  14. Señor (1997), p. 94.
  15. Señor (1997), p. 473.
  16. Palomo (2013), p. 200.
  17. Palomo (2013), p. 213.
  18. Ortega (2013), p.2091
  19. Señor (1997), p. 198.
  20. Señor (1997), p. 511.
  21. Señor (1997), p. 393.
  22. Ortega (2013), p. .
  23. Señor (1997), p. 176.
  24. Señor (1997), p. 524.
  25. Ortega (2013), p. 1348.
  26. Ortega (2013), p. .
  27. Señor (1997), p. 299.
  28. Señor (1997), p. 136.
  29. Ortega (2013), p. 2458.
  30. Señor (1997), p. 246.
  31. Ortega (2013), p. 1532.
  32. Señor (1997), p. 468.
  33. Ortega (2013), p. 2503.

Bibliografía

  • Amate Pou, Jordi. Paseando por una parte de la Historia: Antología de citas. Ed. Caligrama, 2017; ISBN 9788417321871.
  • Lichtenberg, Georg Christoph. Aforismos (trad. Juan del Solar). Barcelona: Edhasa, 2006. ISBN 84-350-9158-9
  • Ortega Blake, Arturo. El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2013. ISBN 6073116314, 9786073116312. (En Google Books.)
  • Señor, Luis (1ª ed. 1997 / 2017). Diccionario de citas. Espasa Calpe.  ISBN 8423992543.