Diferencia entre revisiones de «Jean-Jacques Rousseau»
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Jean-Jacques Rousseau | |||||||||||
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«Se mejoran las plantas por el cultivo, los hombres por la educación»[1] |
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Véase también | |||||||||||
Biografía en Wikipedia. | |||||||||||
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Obras en Wikisource. | |||||||||||
Datos en Wikidata. | |||||||||||
Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 246 años. | |||||||||||
Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, 28 de junio de 1712-Ermenonville, 2 de julio de 1778) fue erudito humanista, polímata en disciplinas como la filosofía, la pedagogía, la botánica o la música.
Citas
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D
E
- «El abuso de los libros mata a la ciencia; porque muchos hombres, creyendo que saben lo que han leído, se creen dispensados de aprenderlo».[3]
- «El amor queda privado de su mayor encanto cuando le abandona la honestidad».[5]
- «El amor propio es un instrumento útil pero peligroso: con frecuencia hiere la mano que lo maneja; y raras veces aprovecha sin dañar».[6]
- «El gusto del juego, fruto de la ambición y del aburrimiento, es hijo de un espíritu y de un corazón vacío».[7]
- «El hombre ha nacido libre y por doquiera se encuentra sujeta con cadenas».[8]
- «El hombre padece pocos males, si se exceptuan los que él mismo se atrae por el abuso de sus facultades».[9]
- «El hombre que más ha vivido no es aquél que más años ha cumplido, sino aquel que más ha experimentado la vida».[10]
- «El matrimonio es una alianza muy general y la más extendida de la sociedad; pero falta mucho para que sea siempre aquella que une más sinceramente a un hombre con una mujer».[12]
- «El perder con la inocencia el sentimiento que la hace amar es el último grado de oprobio».[13]
- «El reconocimiento es un deber que es necesario llenar; pero no un derecho que se puede exigir».[16]
- «El sentimiento de la compasión duerme en el hombre, hasta que el grito del dolor viene a despertarle».[17]
- «El tener demasiado amor propio es una pequeñez vergonzosa, que tarde o temprano le hace a uno desgraciado».[18]
- «El verdadero misántropo es un mónstruo en la sociedad: si pudiera existir causaría horror».[19]
H
- «Hay un libro abierto siempre para todos los ojos; la naturaleza».[22]
L
- «La buena reputación, bien merecida, es el sepulcro más magnífico que se puede tener».[23]
- «La cortesía frecuentemente no es más que la demostración exterior de una benevolencia que no está en el corazón».[25]
- «La esposa de un carbonero es más respetable que la querida de un príncipe».[27]
- «La florida jerigonza de la galantería está mucho más distante del sentimiento que el tono más simple».[28]
- «La ignorancia no es un obstáculo para el bien ni para el mal; es solamente el estado natural del hombre».[30]
- «La más antigua de todas las sociedades y la única natural es la familia».[8]
- «La presencia de ánimo, la penetración y las observaciones sutiles, son la ciencia de las mujeres».[33]
- «La razón es el preservativo de la intolerancia y del fanatismo».[35]
- «La servidumbre es tan poco natural en el hombre, que no puede existir sin algún descontento».[36]
- «Los artesonados dorados, el lujo y la magnificencia, solo anuncian la vanidad del que los ostenta».[37]
- «Los grandes hombres no abusan nunca de su superioridad: aun cuando tengan la conciencia de ella, no por eso son menos modestos».[38]
N
- «No hay bastante con la mitad de la vida para escribir un buen libro, y de la otra mitad para corregirlo».[41]
- «No se puede reflexionar sobre las costumbres, sin complacerse uno en recordar la sencillez de los tiempos primitivos».[43]
P
S
- «Siempre falta a las leyes de los hombres lo que pertenece a las de la naturaleza: la inflexibilidad».[46]
- «Si la indolente ociosidad no engendra más que pereza y aburrimiento, el encanto de dulces momentos es el fruto de una vida laboriosa».[48]
T
- «Todas las criaturas que el hombre hace servir a sus placeres, llegan a ser el instrumento de sus penas».[49]
- «Todos los sentimientos que dominamos son legítimos; todos los que nos dominan son criminales».[50]
- «Trabajar es un deber indispensable para todo hombre social. Rico o pobre, fuerte o débil, todo ciudadano ocioso es un bribón».[8]
U
- «Uno de los escollos en que la justicia naufraga frecuentemente, es la prevención».[52]
V
Citas de El contrato social (1762)
- «[...] el ciudadano [...]. Corteja a los grandes que odia y a los ricos que desprecia; no escatima nada para obtener el honor de servirles; se jacta orgullosamente de su bajeza y de la protección de ellos y, orgulloso de su esclavitud, habla con desdén de los que no tienen el honor de compartirla [...]».[54]
- Fuente: Del Contrato Social. Discursos, p. 286. Madrid, Alianza Editorial (1982)
- «[...] la ambición devoradora, el ansia de elevar su fortuna relativa, menos por necesidad auténtica que por ponerse por encima de los demás, inspiran a todos los hombres una negra inclinación a perjudicarse mutuamente [...]».
- Fuente: Del Contrato Social. Discursos, p. 262. Madrid, Alianza Editorial (1982)
- «Los hombres son malvados; una triste y continua experiencia nos dispensa de probarlo; sin embargo, el hombre es naturalmente bueno, creo haberlo demostrado [...]. Que admiren cuanto quieran la sociedad humana, no será por ello menos cierto que necesariamente conduce a los hombres a odiarse entre sí en la medida en que sus intereses se cruzan, a prestarse mutuamente servicios aparentes y a hacerse en la práctica todos los males imaginables [...]».[55]
- Fuente: Del Contrato Social. Discursos, p. 309. Madrid, Alianza Editorial (1982)
Referencias
- ↑ 1,0 1,1 Rousseau, Jean-Jacques (traducción de Santiago de Alvarado y de la Peña). Pensamientos de Juan-Jacobo Rousseau, ciudadano de Ginebra, o sea, El espíritu de este grande hombre en sus obras filosóficas, morales y políticas, p. 117. M. de Burgos, 1824. En Google Libros. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 69. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 141. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 17. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 19. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ Lartigue (1840), p. 18. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ Lartigue (1840), p. 107. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ 8,0 8,1 8,2 Ortega Blake (2013), [1] Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 147. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ Palomo Triguero (2013), p. 299. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ Lartigue (1840), p. 116. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ Lartigue (1840), p. 5. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 128. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ Lartigue (1840), p. 21. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ Lartigue (1840), p. 109. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ D. R. C. (1858), p. 197. Consultado el 7 de marzo de 2020.
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- ↑ D. R. C. (1858), p. 152. Consultado el 7 de marzo de 2020.
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- ↑ Palomo Triguero (2013), p. 208. Consultado el 7 de marzo de 2020.
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- ↑ D. R. C. (1858), p. 243. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ López-Yañez (2005), p. 191. Consultado el 7 de marzo de 2020.
- ↑ López-Yañez (2005), p. 184. Consultado el 7 de marzo de 2020.
Bibliografía
- D. R. C. (1858). Tesoro de la sabiduria de todos los siglos y paises: sentencias, pensamientos, máximas y dichos memorables de los sabios y hombres celebres. El Libro de Oro, Madrid. En Google Libros.
- Lartigue, Gustavo de (1840). Diccionario de pensamientos sublimes y sentenciosos..., p. 18.] Cádiz. Imprenta Gaditana de D. Esteban Picardo. Biblioteca Virtual de Andalucia.
- López-Yañez, Aína D. (2005). «La teoría social de Jean-Jacques Rousseau», Revista Internacional de Sociología (RIS) Tercera Época, N° 42, septiembre-diciembre, pp. 181-199. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
- Ortega Blake, Arturo (2013). El gran libro de las frases célebres. Penguin Random House Grupo Editorial. México. ISBN 9786073116312. En Google Libros.
- Palomo Triguero, Eduardo (2013). Cita-logía. Editorial Punto Rojo Libros. ISBN 9788416068104. En Google Libros.