Diferencia entre revisiones de «Julio Cortázar»

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* «Ahora pasa que las [[tortuga]]s son grandes admiradoras de la velocidad, como es natural». <ref>{{Versalita|Albaigès Olivart}} e {{Versalita|Hipólito}} (1997), p. 315.</ref><ref name="JCcro1972"> {{Versalita|Cortazar}}, Julio. ''Historias de cronopios y de famas''. Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 1976 (5ª ed.). ISBN 8434000087; p. 133.</ref>


* «Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tomo con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo, y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan».<ref>Párrafo inicial de las ''Instrucciones para dar cuerda al reloj''. Citado en: ''Hora de poesía''. Números 67-76 (1991); [https://books.google.es › books › id=wsFWAAAAYAAJ página 117] </ref>
* «Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tomo con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo, y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan».<ref>Párrafo inicial de las ''Instrucciones para dar cuerda al reloj''. Citado en: ''Hora de poesía''. Números 67-76 (1991); [https://books.google.es › books › id=wsFWAAAAYAAJ página 117] </ref>

* «Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un patio cubierto de [[hormiga]]s».<ref>Albaigès Olivart, José María. ''Un siglo de citas''. Planeta, 1997. ISBN 8423992543, p. 273.</ref><ref name="JCcro1972"/> pág. 11

* «Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: "''es como una flor''"».<ref name="JCcro1972"/> pág. 132


== Véase también ==
== Véase también ==

Revisión del 09:57 23 dic 2019

Julio Cortázar
«Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo».
«Nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo».
Véase también
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Julio Florencio Cortázar (Bruselas, 26 de agosto de 1914 - París, 12 de febrero de 1984) fue un escritor argentino.

Citas

  • «El poema cesa de ser comunicación para volverse contacto».[1]
  • «Es difícil ser músico de hombres».[2]
  • «Lo insólito se halla en un porcentaje muy pequeño, excepto en las creaciones literarias, y esto es precisamente la esencia de la literatura». [3]
    • Fuente: Los vencedores, 1960.
  • «No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí».[4]

Fragmentos de libros citados por otros autores

«La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo (...) lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia».[5]

De Rayuela

[ver selección de citas referenciadas en]

Página principal: Rayuela

De Historias de cronopios y de famas

[ver selección de citas referenciadas en]

  • «Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tomo con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo, y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan».[6]

Véase también

Referencias

  1. citado en Cuadernos. Números 56-59; página 26; 2005; sobre la poesía de Juan Gelman.
  2. citado en "Mundo Clásico", 24 de octubre de 2010.
  3. Albaigès Olivart e Hipólito (1997), p. 43.
  4. Quino: 10 años con Mafalda ; ed. Lumen, 1973; 1973
  5. Cortazar, Julio. Rayuela. Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 1972. D.L. 11.723-1972; p. 251.
  6. Párrafo inicial de las Instrucciones para dar cuerda al reloj. Citado en: Hora de poesía. Números 67-76 (1991); › books › id=wsFWAAAAYAAJ página 117

Bibliografía

  • Albaigès Olivart, José María y M. Dolors Hipólito (1997). Un siglo de citas. Planeta.  ISBN 8423992543.