Diferencia entre revisiones de «Madrid»
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* «Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón». |
* «Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón». |
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** Lema de la villa en sus orígenes. [http://web.archive.org/20041030113149/www.geocities.com/heartland/park/1132/ma01.htm] |
** Lema de la villa en sus orígenes. [http://web.archive.org/20041030113149/www.geocities.com/heartland/park/1132/ma01.htm] |
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* “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.” |
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* “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.” |
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* «Madrid, un buen lugar de puerco y oso». |
* «Madrid, un buen lugar de puerco y oso». |
Revisión del 15:44 30 may 2014
Citas sobre la villa de Madrid, capital de España.
Citas
- «Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son, esta es mi insignia y blasón».
- Lema de la villa en sus orígenes. [1]
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
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- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
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- Poco antes de su muerte.
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- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- “Quiero que me recuerden exactamente como lo que he sido. Como un luchador, que siempre empuñé la bandera de la democracia en el país, para abrir al pueblo salvadoreño la posibilidad de decidir por sí mismo. Ese ha sido el hilo conductor de toda mi lucha.”
- Poco antes de su muerte.
- «Madrid, un buen lugar de puerco y oso».
- Libro de montería del rey Alfonso XI.
- «Adiós, Madrid; adiós tu Prado y fuentes que manan néctar, llueven ambrosía...».
- Miguel de Cervantes, Viaje del Parnaso, 1614.
- «Son los espíritus tan hidalgos en la plebe, que es menester nuevo reparo para no juzgar que todo Madrid se compone de Señores».
- «Yo admiro sus fecundidades, habiendose debido los surcos al afán de los Ángeles, sustitutos del venturoso labrador Isidro, a cuya hijada rinde nuestro español Monarca su cetro, sino que no rindiese la tierra, en vez de [.], estrellas, pues a celestiales surcos natural era la cosecha de Astros, y el agosto de Luceros. Finalmente los Cortesanos del Cielo se preciaron en nuestra Corte de labradores calificando de cielo el terruño de Madrid, y en la verdad después de Madrid, el cielo».
- Alfonso Núñez de Castro, cronista real del siglo XVII, sobre la altanería de los madrileños de cualquier condición.
- «¡Calle Mayor de Madrid, que en esta variedad te aclamará el orbe! ¡Oh tú, paseo de los días tempestuosos del invierno, donde susentas más coches que piedras! Prado de Madrid y baños de julio han ahogado más dinero que delincuentes la horca de su plaza».
- Bautista Remiro de Navarra, Los peligros de Madrid (1646).
- «Yo nací en Madrid, pared por medio de donde puso Carlos V la soberbia de Francia entre dos paredes».
- Lope de Vega.
- Alude a la captura y encierro por parte de Carlos I de España del rey Francisco I de Francia.
- «(...) en la gran Patria del Mundo, en la madre de los nacidos, en el oratorio del Cielo, en el abrigo de los pobres, en el Imperio del Orbe, en la silla de los Mayores Monarcas de la Tierra, en Madrid».
- Francisco Santos, El sastre del Campillo, siglo XVII.
- «Madrid, castillo famoso / que al rey moro alivia el miedo...».
- Nicolás Fernández de Moratín, Fiesta de toros en Madrid.
- «Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta».
- «Existe en Madrid un comercio del que no hay idea en París: los vendedores de agua al por menor. Su tienda consiste en un cantaro de tierra blanco, un cesto de mimbre o de hoja de lata que contiene dos o tres vasos, algunos azucarillos... y a veces un par de naranjas y limones... Estos vendedores de agua son, generalmente muchachos gallegos, con chaqueta color tabaco, calzón corto, polainas negras y sombrero puntiagudo... Algunas mujeres y chicas, vestidas de modo insignificante, se dedican también al comercio de agua. Se les llama, según su sexo, aguadores o aguadoras; por todos los rincones de la ciudad se oyen sus gritos agudos, modulados en todos los tonos y variados de cien maneras: Agua, agua, ¿Quién quiere agua?, ¡agua helada, fresquita como la nieve! Esto dura desde las cinco de la mañana hasta las diez de la noche... Lo que Madrid necesita más, después de agua, es fuego para encender cigarros; así es que el grito: Fuego, fuego, se oye por todas partes y se mezcla incesantemente con el de: Agua, agua. Es una lucha encarnizada entre los dos elementos a ver cuál mete más bulla: este fuego más inextinguible que el de Vesta, lo llevan unos pilluelos en copas llenas de carbón y de ceniza, con un mango para no quemarse los dedos».
- Téophile Gautier, literato francés, 1840.
-
Puerta del Sol, Madrid.
-
Puerta del Sol, Madrid.
- «...en ella se ha verificado casi siempre el desenlace de todos los sangrientos dramas que forman el tejido de nuestra historia contemporánea, y de este punto fatídico, providencial, centro de todas las carreteras del reino, han partido también los correos, los telegramas, las órdenes terminales para todos los cambios políticos del país».
- «Los primeros días no me pude alejar de la Puerta del Sol: allí me quedaba horas y horas, y me divertía tanto que me hubiera gustado pasar el día entero. Es una plaza digna de su fama; no tanto por su grandeza y su belleza cuanto por la gente, por la vida y por la variedad del espectáculo que presenta a todas horas del día. No es una plaza como las demás: reúne a un tiempo las cualidades de un salón, un paseo, un teatro, una academia, un jardín, una plaza de armas y un mercado».
- «Para pasar revista al bello sexo madrileño, es necesario ir al Prado... Pero el Prado es el paseo más famoso, no el más hermoso ni el más grande de la ciudad. En la prolongación del Salón, pasada la fuente de Cibeles, se extiende como unas dos millas el paseo de Recoletos, limitado a la derecha por el risueño barrio de Salamanca, el barrio de los ricos, los diputados y los poetas; y a la izquierda por una larguísima cadena de palacetes, mansiones, teatros y edificios nuevos pintados de vivos colores. No es un solo paseo, son diez, uno junto a otro, y cada uno más hermoso que el anterior...».
- Edmundo de Amicis, escritor italiano, 1872.
- «Ay, qué Madrid este, todo apariencia. Dice un caballero que yo conozco, que esto es un Carnaval de todos los días, en que los pobres se visten de ricos. Y aquí, salvo media docena, todos son pobres; facha, señora, y nada más que facha. Esta gente no entiende de comodidades dentro de casa. Viven en la calle, y por vestirse bien y poder ir al teatro, hay familia que se mantiene todo el año con tortillas de patatas... Conozco señoras de empleados que están cesantes la mitad del año, y da gusto verlas guapetonas. Parecen duquesas, y los niños principitos. ¿Cómo es esto? Yo no lo sé. Dice un caballero que yo conozco, que de esos misterios está lleno Madrid. Muchas no comen para poder vestirse; pero algunas se las arreglan de otro modo... Yo sé historias, ¡ah! yo he visto mucho... las tales se buscan la vida, se negocian el trapo como pueden, y luego hablan de otras ¡como si ellas no fueran peores!...».
- Benito Pérez Galdós, La de Bringas.
- «Una pedrada en la Puerta del Sol mueve ondas concéntricas en toda la laguna de España».
- Ramón Gómez de la Serna, Greguerías.
- «Madrid es no tener nada y tenerlo todo».
- «Madrid es tener un gabán que abriga mucho y con el que se puede ir tranquilo hasta a los entierros con relente. Madrid es no admitir lo gótico. Madrid es la improvisación y la tenacidad. Madrid es quedarse alegre sin dinero y no saber cómo se pudo comprar lo que se tiene en casa».
- «¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena,
- rompeolas de todas las Españas!
- La tierra se desgarra, el cielo truena,
- tú sonríes con plomo en las entrañas».
- — «... Y es que gozo lo que da Madrid, sólo Madrid.
- — ¡Natural! ¿Quién está triste con esta gloria de cielo y esta bendición de sol?»
- Carlos Arniches, Mariquita la Pispajo.
- «El cielo azul, la sierra blanca, el sol de oro.. ¡Un día madrileño puro!».
- Carlos Arniches, Rositas de olor.
- «Madrid es un poblachón mal construido en el que se esboza una gran capital».
- «Le voy a decir una cosa, presidenta: ¡Madrid somos todos!. El 85 % de los gastos por transporte y protocolo se hacen en Madrid... ¡y eso que vengo en taxi!».
- Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid.
- «No hay más que salir a la Gran Vía madrileña para darte cuenta de que si el fin del mundo no se produce hoy ocurrirá mañana».
- «Madrid es una ciudad preciosa, pero espero que encuentren pronto el tesoro».
- Danny de Vito, actor norteamericano, en referencia a las obras de la ciudad.
- «Hoy les hablo desde Torrespaña en Madrid, más conocido como 'el Pirulí', que con su forma fálica es un símbolo de la modernidad de esta ciudad. Como modernas también son las vidrieras de la Catedral de la Almudena y las pinturas del altar de un tal Kiko no sé qué. Por cierto, igual de horribles que algunas películas».
- «Madrid huele a infierno y sabe a hidrocarburo. ¿Su mejor banda sonora? El silencio».
- «A uno, con perdón de los estudiosos del ambiente, no le parece mal una España de viejos, un mundo de viejos. Los viejos no arman guerras ni pretenden a las becarias para hacer las cochinadas. No hay más que verles en sus plazoletas de cemento (ahora se las hacen de cemento para que se mueran antes), contándose guerras confusas sin saber en qué bando estaban, o monologando con la cachava, que hace las veces de esposa y presta oídos, cosa que la santa no suele prestar. No hay más que verles en el tapial de España, en las grandes plazas de Madrid, llenas de un silencio milagroso entre rascacielos, no hay más que verles para comprender que los viejos no necesitan una stock option y que son los únicos que pueden fumar a gusto, en libertad y sin peligro, aunque cada uno de lo suyo, eso sí, que los viejos son auñones, es lo que tienen».
- «Madrid lo hicieron entre Carlos III, Sabatini y un albañil de Jaén, que era el que se lo curraba».
- «La decadencia de Barcelona en favor de Madrid tiene relación directa con el nacionalismo. Surge la revolución identitaria y anula la revolución social, una estrategia de la oligarquía catalana, que ha acabado por convertir la ciudad en una marca turística y una ciudad de servicios».
- Pepe Ribas, fundador de la revista Ajoblanco.
- «Madrid es una urbe donde nadie te da lata con las cuestiones identitarias».
- Albert Boadella.
- Entrevista en libertaddigital.com, 11 de diciembre de 2008.
- «Madrid es como una mujer no demasiado guapa, pero que no puedes vivir sin ella».
- «Me siento más madrileño que el alcalde de Madrid, porque los que han nacido en Madrid no han podido soñarla. Lo bueno es llegar con la boina y la maleta de cartón, y a los cinco minutos ser de Madrid».
- «Para ser madrileño hay que nacer aquí,quererlo y mamarlo desde chico algunos se creen que con entrar en Madrid ya son madrileños,no por dios ellos entran en Madrid pero Madrid no entra en ellos».
- «Madrid es una birria, arquitectónicamente. No tiene monumentos, no tiene Torre Eiffel ni Campos Elíseos... Es simpática, pero como lo es un niño bizco».
- Carlos Sambricio. [3]
En la poesía
- «Madrid
- es mi patria, corte digna
- de España, madre benigna
- del mundo.
- Patria Madrid del amor,
- y así está fundada en fuego.
- Agua los cielos la han dado,
- si su fuerza hace llorar,
- se fuentes que pueden dar
- salud al más deshaciado.
- Dale olivos Minerva
- oro puro y generoso;
- ganado, el monte, sabroso;
- tomillos, el campo y hierba.
- Goza del llano y montaña
- que sus términos incluye;
- y en fe, que en todos influye
- valor, es centro de España».
- Tirso de Molina, La fingida, 1621.
- DE MADRID
- «Nilo no sufre márgenes, ni muros
- Madrid, oh peregrino, tú que pasas,
- que a su menor inundación de casas
- ni aún los campos del Tajo están seguros.
- Émula la verán siglos futuros
- de Menfis no, que el término le tasas;
- del tiempo sí, que sus profundas basas
- no son en vano pedernales duros.
- Dosel de reyes, de sus hijos cuna
- ha sido y es; zodíaco luciente
- de la beldad, teatro de fortuna.
- La invidia aquí su venenoso diente
- cebar suele, a privanzas importuna.
- Camina en paz, refiérelo a tu gente».
- Luis de Góngora, «De Madrid».
- «Madrid; que no hay ninguna villa,
- en cuanto el sol dora y el mar baña
- más agradable, hermosa y oportuna,
- cuya grandeza adorna y acompaña
- la Corte de los Césares de España».
- «...yo salí de Granada, y vine a ver,
- la gran villa de Madrid,
- esta nueva Babilonia,
- donde verás confundir
- en variedades y lenguas
- el ingenio más sutil...».
- «Pero en Madrid no hay ninguna
- que sea lo que parece,
- porque en naciendo se mece
- en un coche en vez de cuna».
- «Vientos que en Madrid soléis
- llevar de sus sucias calles
- más liquidámbar y algalia
- que hay en treinta Portugales,
- pues sois tan claros y puros...».
- «Por la mañana estaré
- en la iglesia a que acudís,
- por la tarde, si salís,
- en la Carrera os veré;
- al anochecer iré
- al Prado, al coche arrimado;
- luego, en la calle embozado:
- ved si advierte bien mi amor
- horas de calle Mayor,
- misa, reja, coche y Prado».
- Calderón de la Barca, Hombre pobre, todo es trazas.
- «Madrid, aunque tu valor
- Reyes le están aumentando,
- nunca fue mayor que cuando
- tuviste tu labrador.
- Aunque de gloria se viste,
- Madrid, tu dichoso suelo,
- nunca más gloria tuviste
- que cuando, imitando al cielo,
- pisado de ángeles fuiste.
- No igualará aquel favor
- el que hoy ostenta tu honor,
- aunque opongas tu trofeo,
- aunque aumente tu deseo,
- Madrid, aunque tu valor.
- No tendrás glorias mayores,
- que cuando en las manos bellas
- de angélicos labradores,
- eran tus flores estrellas,
- los rayos del sol tus flores.
- En vano están laureando,
- en vano están coronando
- tu frente, en vano el honor
- que te ha dado un labrador,
- Reyes le están aumentando.
- Dirán que cuándo tuviste
- más gloria que en ti se encierra.
- Di que cuando ángeles viste
- labrar humildes tu tierra;
- di que cuando cielo fuiste;
- que cuando al cielo imitando
- el sol te estaba envidiando,
- pues su luz tu luz prefiere;
- y así sabrá quien dijere
- Nunca fue mayor que cuando.
- Mayores triunfos, mayores
- lauros tu poder advierte,
- pues con divinos favores
- respetas, como la muerte,
- mas que reyes, labradores.
- Hagan inmortal tu honor
- jaspes, mármoles y bronces;
- pues para gloria mayor
- hoy tienes tal rey, y entonces
- Tuviste tu labrador».
- «Esta es la villa, Coridón, famosa
- que bañada del leve Manzanares
- leyes impone a los soberbios mares
- y en otro mundo impera poderosa.
- Aquí la religión, zagal, reposa
- rica en ofrendas, fértil en altares;
- en las calles los hallas a millares;
- no hay portal sin imagen milagrosa.
- Y por que más la devoción entiendas
- de este piadoso pueblo, a cada mano
- ves presidir los santos en las tiendas.
- Y dime, Coridón, ¿es buen cristiano
- pueblo que al cielo da tantas ofrendas?
- Eso yo no lo sé, cabrero hermano».
- «Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
- A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
- y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
- Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
- Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma, por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
- por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
- Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
- ¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
- las tristes azucenas letales de tus noches?».
- Dámaso Alonso, «Insomnio», en Hijos de la ira, 1944.
El río Manzanares
- DUÉLETE DE ESA PUENTE, MANZANARES
- «Duélete de esa puente, Manzanares;
- mira que dice por ahí la gente
- que no eres río para media puente,
- y que ella es puente para muchos mares.
- Hoy, arrogante, te ha brotado a pares
- húmedas crestas tu soberbia frente,
- y ayer me dijo humilde tu corriente
- que eran un marzo los caniculares.
- Por el alma de aquel que ha pretendido
- con cuatro onzas de agua de chicoria
- purgar la villa y darte lo purgado,
- me di ¿cómo has menguado y has crecido?
- ¿cómo ayer te vi en pena, y hoy en gloria?
- -Bebióme un asno ayer, y hoy me ha meado».
- SONETO AL MANZANARES
- «De hoy más las crespas sienes olorosa
- verbena y mirto coronarte puedes,
- juncoso Manzanares, pues excedes
- del Tajo la corriente caudalosa.
- Lucinda en ti baño su planta hermosa;
- bien es que su dorado nombre heredes
- y que, con perlas por arenas, quedes
- mereciendo besar su nieve y rosa.
- Y yo envidiar pudiera tu fortuna,
- mas he llorado en ti lágrimas tantas,
- (tú, buen testigo de mi amargo lloro),
- que mezclada en tus aguas pudo alguna
- de Lucinda tocar las tiernas plantas
- y convertirse en tus arenas de oro».
- «Manzanares, Manzanares,
- arroyo aprendiz de río,
- tú que gozas, tú que ves
- en verano y en estío
- las viejas en cueros muertos,
- las mozas en cueros vivos».
- «Título de venerable
- merecéis aunque pequeño
- pues no es bien viéndoos tan calvo
- que os perdamos el respeto.
- Como Alcalá y Salamanca
- tenéis, y no sois colegio,
- vacaciones en verano
- y curso sólo en invierno».
- DESCRIBE EL RÍO DE MADRID EN JULIO
- «Mísero Manzanares, ¿no te basta
- todo el año sufrir tanta fregona,
- tanto lacayo y paje de valona,
- tanta ropa servil, tanta canasta?
- Ahora en julio tus riberas gasta
- tanto pesado coche, tanta dona,
- que lo que peca abril, julio jabona,
- cáfila más altiva y menos casta.
- Escupe rayos del león la ira
- feroz, aunque de Alcides fue despojo;
- la ardiente arena por humor suspira;
- mas, como el río es viejo y sin antojo,
- a su primera fuente se retira,
- de ver tantas pescadas en remojo».
- ROMANCE DEL MANZANARES
- «Manzanares, río humilde,
- río devoto y descalzo,
- que brindas y hurtas espejos
- al sesgo de camposantos;
- mientras Madrid alza torres
- sobre torres con escándalo
- de jardines y vistillas
- y cornisas de palacios,
- tú permaneces huyendo
- y en fidelidad de canto
- te sucedes a ti mismo
- como el Fénix del teatro.
- Tú aguantas puentes de piedra,
- pasarelas de milagro,
- playas de engaño amarillo,
- piscinas de verdes lampos,
- y si te olvidan carrozas
- o te desdeñan caballos,
- te consuelas exprimiendo
- tus sueños canalizados.
- Manzanares del Manzoni,
- del 5 ó del 3 de mayo
- —derrumbos de la Moncloa,
- pradillo de los ahorcados—,
- si mis paso leales
- no desagravian tu llanto
- cuando me ves tantas veces
- botando versos y barcos,
- los amantes te rediman
- sellando a besos su pacto,
- río abajo, río arriba,
- todas las lunas del año».
- «Madrid, divinamente
- suenas, alegres días
- de la confusa adolescencia,
- frío cielo lindando con las cimas
- del Guadarrama,
- mañanas escolares,
- rauda huida
- al Retiro, risas
- de jarroncito de porcelana,
- tarde
- de toros en la roja plaza vieja,
- pues me iría y a ver la verbena
- en San Antonio o San Isidro,
- ruido de Navidad en las aceras
- cerca
- de la Plaza Mayor,
- rotos recuerdos
- de mil novecientos veintisiete,
- treinta,
- pueblo derramado aquel 14
- de abril, alegre,
- puro, heroico Madrid, cuna y sepulcro
- de mi revuelta adolescencia».
- Blas de Otero, «Madrid divinamente».
En la música
- «Cuando llegues a Madrid, chulona mía,
- voy a hacerte Emperatriz de Lavapiés,
- y alfombrarte con claveles la Gran Vía,
- y a bañarte con vinillo de Jerez.
- En Chicote un agasajo postinero,
- con la crema de la intelectualidad;
- y la gracia de un piropo retrechero,
- más castizo que la calle de Alcalá.
- Madrid, Madrid, Madrid,
- pedazo de la España en que nací,
- por algo te hizo Dios,
- la cuna del requiebro y del Schotis.
- Madrid, Madrid, Madrid,
- en Méjico se piensa mucho en ti;
- por el sabor que tienen tus verbenas
- por tantas cosas buenas
- que soñamos desde aquí;
- y vas a ver,
- lo que es canela fina,
- y armar la tremolina,
- cuando llegues a Madrid».
- Agustín Lara, «Madrid».
- «Antes de marcharme, miraré las calles
- dentro de un autobús.
- Los Jerónimos, la Cuesta de Moyano,
- y toda la línea azul.
- La última mirada desde aquí
- será saltar al cielo y ver Madrid.
- La última mirada es para ti.
- Retiro, Atocha, Goya, y Chamberí.
- Antes de apagarme, compraré en el Rastro,
- subiré al Pirulí.
- Llevaré conmigo al Oso y al Madroño.
- Dormiré en Chamartín.
- La última mirada es frente a Sol
- hasta llegar a la Plaza Mayor.
- La última mirada desde aquí
- será saltar al cielo y ver Madrid.
- Antes de morirme elegiré una nube,
- y me uniré al temporal.
- Y tras elevarme lloraré una lluvia,
- y mojaré la ciudad.
- La última mirada desde allá
- pudiera ser la calle de Alcalá.
- La última mirada desde allí,
- por un agujerito ver Madrid».
- Juan Sinmiedo, cantautor, «La última mirada».
- [...] ¿Te has parado alguna vez a ver
- los colores que estallan en Madrid
- cuando, al salir del metro
- en una tarde otoñal,
- el sol se va? [...]».
- Topo, grupo de rock madrileño, canción «Colores».
- «Noches de Siroco, terracita Antón Martín,
- y ese bar de Tirso que te gusta tanto a ti,
- por la espina dorsal de la Gran Vía
- derrapa una sirena de la policía
- [...]
- Eres mi rincón favorito de Madrid».
- Pereza, «Madrid».
- «Madrid...
- Sólo hay un secreto que me lleva hasta aquí.
- Que ha muerto el silencio en las calles de Madrid.
- Alma de Ceeseepe late muy dentro de ti.
- Piérdeme. La muerte será dulce... en Madrid.
- Cuando los gamberros tienen acceso a un poder,
- y cuando los dandis muestran su desfachatez.
- cuando sus mujeres se han negado a crecer.
- Cuando la locura ha vencido a la vejez.
- Madrid...
- Llévame en tu coche a algún vicio por ahí.
- Búscame en las ondas alguien que hable para mí.
- Dile a Pepe Risi que ya puede sonreír,
- él mató al silencio en las calles de Madrid».
- Loquillo y los Trogloditas, «En las calles de Madrid» (autor: Sabino Méndez).
- «Tu aquí y yo aquí
- seguimos unidos
- vivimos todo por igual.
- Bebemos, fumamos y nos colocamos
- tenemos plena libertad.
- En Atocha encontrarás
- aire limpio sin igual.
- Es una mierda este Madrid
- que ni las ratas pueden vivir.
- Queremos una central
- que nos suministre
- energía para destruir
- la mucha vegetación
- que nos estorba
- y no, no podemos construir.
- Tenemos que eliminar
- a los antinuclear.
- Es una mierda este Madrid
- que ni las ratas pueden vivir.
- [...]
- Es una mierda este Madrid
- que ni las ratas pueden vivir».
- Leño, «Este Madrid» (autor: Rosendo Mercado Ruiz).
- «Allá donde se cruzan los caminos,
- donde el mar no se puede concebir,
- donde regresa siempre el fugitivo,
- pongamos que hablo de Madrid.
- Donde el deseo viaja en ascensores,
- un agujero queda para mí,
- que me dejo la vida en sus rincones,
- pongamos que hablo de Madrid.
- Las niñas ya no quieren ser princesas,
- y a los niños les da por perseguir
- el mar dentro de un vaso de ginebra,
- pongamos que hablo de Madrid.
- Los pájaros visitan al psiquiatra,
- las estrellas se olvidan de salir,
- la muerte viaja en ambulancias blancas,
- pongamos que hablo de Madrid.
- El sol es una estufa de butano,
- la vida un metro a punto de partir,
- hay una jeringuilla en el lavabo,
- pongamos que hablo de Madrid.
- Cuando la muerte venga a visitarme,
- que me lleven al sur donde nací,
- aquí no queda sitio para nadie,
- pongamos que hablo de Madrid».
- Joaquín Sabina, cantautor, «Pongamos que hablo de Madrid».
- «Con su boina calada, con sus guantes de seda,
- su sirena varada, sus fiestas de guardar,
- su vuelva usted mañana, su sálvese quien pueda,
- su partidita de mus, su fulanita de tal.
- Con su todo es ahora, con su nada es eterno,
- con su rap y su chotis, con su okupa y su skin,
- aunque muera el verano y tenga prisa el invierno
- la primavera sabe que la espero en Madrid.
- Con su otoño Velázquez, con su Torre Picasso,
- su santo y su torero, su Atleti, su Borbón,
- sus gordas de Botero, sus hoteles de paso,
- Su taleguito de hash, sus abuelitos al sol.
- Con su hoguera de nieve, su verbena y su duelo,
- su dieciocho de julio, su catorce de abril.
- A mitad de camino entre el infierno y el cielo...
- yo me bajo en Atocha, yo me quedo en Madrid.
- Aunque la noche delire como un pájaro en llamas,
- aunque no dé a la gloria la Puerta de Alcalá,
- aunque la maja desnuda cobre quince y la cama,
- aunque la maja vestida no se deje besar,
- 'Pasarelas Cibeles', cárcel de Yeserías,
- Puente de los Franceses, tascas de Chamberí,
- ya no sueña aquel niño que soñó que escribía,
- Corazón de María, no me dejes así...
- Corte de los Milagros, Virgen de la Almudena,
- chabolas de uralita, Palacio de Cristal,
- con su 'No pasarán' con sus 'Vivan las caenas',
- su cementerio civil, su banda municipal.
- He llorado en Venecia,
- me he perdido en Manhattan,
- he crecido en La Habana, he sido un paria en París,
- México me atormenta, Buenos Aires me mata,
- pero siempre hay un tren
- que desemboca en Madrid.
- Pero siempre hay un niño que envejece en Madrid,
- pero siempre hay un coche que derrapa en Madrid,
- pero siempre hay un fuego
- que se enciende en Madrid,
- pero siempre hay un barco que naufraga en Madrid,
- pero siempre hay un sueño
- que despierta en Madrid,
- pero siempre hay un vuelo de regreso a Madrid».
- Joaquín Sabina, cantautor, «Yo me bajo en Atocha».
- «Acompaño a mi sombra por la avenida
- mis pasos se pierden entre tanta gente
- busco una Puerta, una salida
- donde convivan pasado y presente.
- De pronto me paro, alguien me observa
- levanto la vista y me encuentro con ella.
- Ah! y ahí está, y ahí está
- Ahí está, ahí está
- viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.
- Una mañana fría llegó
- Carlos III con aire insigne
- y se quitó el sombrero muy lentamente
- bajó de su caballo
- con voz profunda le dijo a su lacayo:
- ahí está, la Puerta de Alcalá.
- Ahí está, ahí está
- viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.
- Lanceros con casaca, monarcas de otras tierras
- fanfarrones que llegan inventando la guerra
- milicias que resisten bajo el 'No pasarán'
- y el sueño eterno, como viene se va.
- Y ahí está, ahí está, la Puerta de Alcalá.
- Ahí está, ahí está
- viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.
- Todos los tiranos se abrazan como hermanos
- exhibiendo a la gente sus calvas indecentes
- manadas de macantes, doscientos estudiantes
- inician la revuelta, son los años 60.
- Y ahí está, ahí está, la Puerta de Alcalá.
- Ahí está, ahí está
- viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.
- Un travesti perdido, un guardia pendenciero
- pelos colorados, chichecas en los cueros
- rockeros, insurgentes modernos, complacientes
- poetas y colgados aires de libertad.
- Y ahí está, ahí está, la Puerta de Alcalá.
- Ahí está, ahí está
- viendo pasar el tiempo la Puerta de Alcalá.
- Miro de frente y me pierdo en sus ojos
- sus arcos me vigilan, su sombra me acompaña
- no intento esconderme, nadie la engaña
- toda la vida pasa por su mirada.
- Mírala, mírala, mírala,
- mírala, mírala, mírala
- la Puerta de Alcalá».
- Ana Belén y Victor Manuel, cantantes, «La puerta de Alcalá» (autor: Victor Manuel San José).
- «¿Dónde está aquel Madrid
- que de niño conocí?
- ¿Quién te convirtió, en el punto de mira
- del terror?
- Con desdén porque sí,
- todos hablan mal de ti
- los que aquí medrarán
- los que nunca se van
- y los que quieren venir.
- Con mala fe suelen decir
- gobierno de y no en Madrid
- más que un honor es un dolor
- soportar ser la capital.
- Núcleo central del huracán
- pobre Madrid rompeolas del país.
- Mar de alquitrán, feudo estatal
- pobre Madrid gran excusa nacional.
- Para así contentar
- al sufrido personal
- se le inventan verbenas
- y movidas horteras
- y adiós problemas.
- Niégate a ser una excepción
- pide tu independencia Madrid
- que en medio de la confusión
- a lo mejor cuela y te la dan
- Núcleo central del huracán
- pobre Madrid rompeolas del país.
- Mar de alquitrán, feudo estatal
- pobre Madrid gran excusa nacional.
- Me quedaré no pediré
- ser enterrado lejos de aquí
- sólo quisiera que aquel Madrid
- que se perdió volviera,
- volviera ese Madrid volviera».
- Barón Rojo, «Pobre Madrid» (disco: Tierra de nadie; autores: José Luis Campuzano/Carlos Cortés).
- «Agárrate de mi mano,
- sabes que no aguanto los aterrizajes.
- Desde lo alto distingo,
- entre un mar de luciérnagas,
- mi pequeño barrio.
- Amores canallas estarán cerrando,
- puntuales, los últimos bares.
- Tocamos la tierra.
- Ay, niña, te estrujé la mano.
- Lavapiés nos recibe,
- fruta de narguile,
- explosión de color.
- Una mujer reza y llora desde un locutorio.
- ¿A quién se le ocurre
- vivir tan arriba
- sin un ascensor?
- Malditas maletas.
- Pienso en la mujer.
- También lloro.
- Soy afortunado.
- Yo siempre vuelvo a Madrid.
- Escucho mensajes:
- los viejos colegas de la facultad
- hicieron la fiesta de la primavera
- y yo, como siempre,
- me la perdí.
- Ciudad de mis noches,
- del viento del pueblo,
- de la resistencia,
- del No pasarán,
- ¿qué hiciste en mi ausencia?
- Dime que te acordaste de mí.
- Abro los balcones,
- te beso, el murmullo de las lavadoras
- se mezcla con ritmos,
- darbukas, bachatas e incienso.
- Maldita ciudad, no es tu mejor momento
- y aún estás hermosa.
- He de confesarte que te eché de menos.
- Agarro la guitarra
- y canto para ti.
- Qué bueno estar en casa.
- Vuelvo a Madrid».
- Ismael Serrano, cantautor, «Vuelvo a Madrid».
- «Ciudad de mis amores
- Nueva Sodoma,
- Putas y yonkis
- como en un film de Almodóvar».
- Mitsuruggy, rapero, «MAD muzik».
- «Bienvenidos a Madrid: crimen y chotis».
- Mitsuruggy, rapero, «Ficha esta foto».
- «Madrid es olla exprés de Torrejón a Leganés».
- Primer Dan, rapero.
Refranes
- «A 'creíque' y 'penséque' los ahorcaron en Madrid».
- «¡Adiós, Madrid!»
- «Exclamación de sobresalto, equivalente a '¡adiós!', que se profiere cuando ocurre algún contratiempo, como la caída o rotura de una cosa» (Diccionario María Moliner).
- «¡Adiós Madrid, que te quedas sin gente (y se iba un zapatero de viejo)!».
- «Exclamación burlesca que quizá es la misma que '¡Adiós, Madrid' completada por alguien haciendo chiste de la hipérbole, pues no es claro que su intención primaria sea ridiculizar a la persona que se va de un sitio creyendo infundadamente que es insustituible» (Diccionario María Moliner).
- «De Madrid al cielo».
- Otra versión: «De Madrid al cielo, y un agujerito para verlo».
- «El aire de Madrid es tan sutil que mata a un buey y no apaga un candil».
- «Los hijos de Madrid, uno bueno entre mil».
- «Madrid, nueve meses de invierno, y tres de infierno».
- «Más chulo que un ocho». Proverbios españoles.
- Con esta frase, originaria de Madrid, se alaba la majeza de alguien. Se cree que la frase alude al tranvía número ocho, que a principios del siglo XX hacía el recorrido de Puerta del Sol al barrio de Manzanares. El dicho viene de la chulería y majeza de quienes se trasladaban al Paseo de San Antonio de la Florida los días de romería. [4]
Eslóganes
- «Madrid me mata»
- «Madrid nunca duerme»
- «De Madrid al cielo»
- «Madrid claro que sí»
- «Madrid me enamora»
- «Madrid, la suma de todos»
- «Madrid, la ciudad donde nadie es forastero».