Diferencia entre revisiones de «Manuel Vázquez Montalbán»

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* «Para la inmensa mayoría de los seres [[humano]]s, terminada la [[educación]] General Básica, su consciencia va a depender del choque directo con lo real y de los medios de información».<ref name="F2"/>
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Revisión del 11:15 25 mar 2012

Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939 - Bangkok, 2003) fue un escritor español conocido sobre todo por sus novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho.

Citas

  • «A veces suelo autocalificarme de conservador porque no he corregido mi visión del mundo desde que cumplí cincuenta años y decidí que ya era responsable de mi cara».[1]
  • «Asumir el mestizaje tiene tanta importancia como reclamar el derecho a la diferencia y reducir la capacidad de acumulación a cambio de estimular el desarrollo de los cada día más condenados de la tierra».[2]
  • «Cunde la idea de la democracia más como una causa que como una consecuencia. No es una formulación inocente».[2]
  • «El jefe es un vicio absurdo pero imprescindible en mercado político movilizado por imaginarios erotizados».[2]
  • «El marxismo sigue sobreviviendo como un sistema de análisis, como un método de comprensión de la historia, no en balde es el mejor diagnóstico que hasta ahora se ha hecho del capitalismo».[2]
  • «El único producto mediterráneo realmente uniformador, y quizá algún día unificador, es la presencia de la berenjena en todas las culturas culinarias, de Siria a Murcia, de Viareggio a Túnez».[2]
  • «Hemos pasado de la máquina mediática concesionista, controlada por el Estado directa o indirectamente, a la máquina mediática del mercado, en la que la ley de laoferta y la demanda establece que los más poderosos acaban por controlarla».[2]
  • «Los racionalistas envejecidos y con una melancolía fin de milenio comprobamos una vez más que los vicios, como los tópicos, no por absurdos son menos necesarios: necesitamos jefes para no creer en nosotros mismos y necesitamos peligros ya conocidos porque presentimos que son mucho peores los que aún no nos atrevemos a conocer».[2]
  • «Me reconozco sensible ante el argumento de que los burgueses ilustrados de izquierda nos solazamos con las revoluciones lejanas, esas incómodas revoluciones que no quisiéramos interpretar como protagonistas».[1]
  • «No hay verdades únicas, ni luchas finales, pero aún es posible orientarnos mediante las verdades posibles contra las no verdades evidentes y luchar contra ellas».[1]
  • «Para la inmensa mayoría de los seres humanos, terminada la educación General Básica, su consciencia va a depender del choque directo con lo real y de los medios de información».[2]
  • «Puesto que estamos en una economía y en una realidad cultural de mercado no sólo somos consumidores de detergentes o de latas de cerveza con o sin alcohol, sino también de mensajes, de verdades, de ideología, de información».[2]
  • «Reivindico junto a la necesidad de la conciencia externa, el sentido de la historia. Pero sabiendo que es convencional, rechazando cualquier legitimación providencialista».[2]
  • «Se nos inculca que la inevitable conflictividad del futuro obedecerá preferentemente a choques de civilizaciones porque sería una digresión metafísica suponer que el mundo de mercado unificado pueda combatir por cuestiones materiales de clase».[2]
  • «Si aún queda una cierta capacidad de fijar criterios progresistas en la educación, que se aplique a introducir la enseñanza obligatoria de la descodificación mediática».[2]
  • «Si el sistema se empeña en considerar al ciudadano un potencial cliente y consumidor, podríamos hacer buena esta lógica y proponer una militancia activa de clientes y consumidores convertidos en informatizados insumisos».[2]

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 Marcos: el señor de los espejos. Aguilar. Madrid. 1999.
  2. 2,00 2,01 2,02 2,03 2,04 2,05 2,06 2,07 2,08 2,09 2,10 2,11 2,12 2,13 2,14 2,15 2,16 2,17 2,18 Panfleto desde el planeta de los simios. Crítica, Barcelona, 1995.
  3. El premio. Planeta. Madrid. 1999.