«Que toda la sociedad, todos los ciudadanos... establezcan antes el Poder constitucional. Una vez el Poder se haya transformado en un Poder popular, el pueblo, de acuerdo con su agrupamiento por clases e intereses..., podrá emprender la solución de todos los problemas. Entonces, la lucha de clases y de grupos no sólo será oportuna, sino necesaria... En cambio, ahora, en este momento, es suicida y criminal... Por eso es necesario que las diferentes clases y grupos abandonen temporalmente todos los mejores programas y se fusionen en un solo partido constitucionalista».